La economía británica se contrajo bruscamente en abril tras el mayor descenso de la producción de automóviles desde que se iniciaron los registros, ya que los fabricantes no pudieron revertir los cierres programados para la salida prevista de Reino Unido de la Unión Europea.
A principios de 2019, muchos fabricantes de automóviles habían anunciado cierres temporales en el Reino Unido para abril, anticipándose a la interrupción del comercio en el momento en que el Reino Unido iba a abandonar la Unión Europea el 29 de marzo.
La primera ministra, Theresa May, retrasó la salida con sólo unos días de antelación y posteriormente fijó una nueva fecha para el 31 de octubre, pero era demasiado tarde para que las empresas cambiaran sus planes.
La economía británica se contrajo 0.4% en abril, después de una caída del 0.1% en marzo, detalló este lunes la Oficina de Estadística Nacional.
El crecimiento en los tres meses anteriores a abril se redujo del 0.5% registrado en el primer trimestre de 2019 al 0.3%, una desaceleración más pronunciada de lo que la mayoría de los economistas habían previsto. El crecimiento anual se redujo al 1.3%.
Pero esto ocultaba un impacto mucho mayor para el sector manufacturero, que se contrajo 3.9% en el mes de abril, la mayor caída desde junio de 2002.
La producción de automóviles en abril cayó 24% en el mes, la mayor caída desde que se iniciaron los registros en 1995.
“El crecimiento del PIB mostró cierto debilitamiento en los últimos tres meses, con una contracción de la economía en el mes de abril, principalmente debido a una caída dramática en la producción de automóviles, con incertidumbre antes de la fecha de salida original del Reino Unido de la UE, lo que llevó a paros planificados”, dijo el estadístico del ONS, Rob Kent-Smith.
BMW cerró sus plantas Mini y Rolls-Royce durante todo abril. La fábrica de automóviles de Peugeot y Jaguar Land Rover también adelantaron a abril las paradas de verano previstas.
Los datos confirman que la economía se está ralentizando después de haber recibido un impulso mayor de lo esperado en los tres primeros meses de 2019 de las empresas que acumulaban reservas antes de la llegada de Brexit, que nunca llegó.
El Banco de Inglaterra pronosticó el mes pasado que el crecimiento del PIB disminuiría al 0.2% durante los tres meses hasta junio desde el 0.5% del primer trimestre del año, aunque el sábado su economista en jefe, Andy Haldane, escribió que todavía esperaba un crecimiento “sólido” del 1.5% para 2019 en general.
Con información de Reuters