Cuba estudia el potencial de usar criptomonedas como parte de una serie de medidas para impulsar su frágil economía, en medio del incremento de las sanciones que ejerce el gobierno del presidente Donald Trump contra la isla.
Las criptomonedas se han utilizado con frecuencia para sortear los controles del capital. Venezuela, el principal aliado político de La Habana, intentó presentar una el año pasado con el propósito de evitar las sanciones de Washington y combatir la hiperinflación.
“Estamos planteando estudiar la aplicación de la criptomoneda en las relaciones comerciales nacionales e internacionales (…). Hay que ver cómo se pueden incorporar medidas de este tipo que nos permitan avanzar buscándole solución a los problemas”, dijo el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil.
Gil participó, junto al presidente Miguel Díaz-Canel y otros ministros, en un programa de televisión para comentar detalles de un paquete de medidas que buscan animar la producción nacional, diversificar e incrementar las exportaciones y sustituir importaciones.
“Tenemos que buscar las alternativas para solucionar los problemas económicos en la propia industria nacional, con nuestros propios actores económicos y buscando potenciar las reservas internas, sin que prime la mentalidad importadora”, señaló en el programa Mesa Redonda.
Además adelantó que se estudia un sistema mediante el cual una cifra creciente de pequeñas empresas privadas de la isla puedan realizar exportaciones por primera ocasión a través de las empresas estatales.
Trump ha reforzado el embargo comercial de casi seis décadas sobre Cuba. El mes pasado, anuló los viajes de cruceros y permitió que se entablen demandas en su país contra empresas extranjeras por usar propiedades nacionalizadas por la revolución de Fidel Castro en 1959. La primera empresa que lo hizo fue Exxon.
La actual crisis económica de Cuba se agudizó hace tres años con un fuerte descenso en envíos de petróleo de Venezuela y una caída en las exportaciones. La Habana implementó medidas de austeridad, recortando el uso de energía eléctrica y las importaciones, en medio de una tensa situación financiera.
Cuba anunció la semana pasada un aumento de los salarios de aproximadamente 1.5 millones de trabajadores estatales, entre ellos, maestros, médicos, enfermeras y personal de servicio.
“No es lo óptimo, pero es un avance”, dijo Pavel Joaquín Hernández, de 46 años, un médico general que pasará a ganar un salario equivalente de alrededor de 64 dólares mensuales, aunque sigue recibiendo subsidios alimentarios, así como servicios de salud y educación gratuitos.
Con información de Reuters