Cuba autoriza uso de su vacuna Abdala contra COVID-19, la primera de América Latina
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Cuba autoriza uso de su vacuna Abdala contra COVID-19, la primera de América Latina

Cuba autoriza uso de su vacuna Abdala contra COVID-19, la primera de América Latina

Cuba autorizó este viernes el uso de emergencia de su vacuna Abdala contra el COVID-19, la primera de América Latina, una luz de esperanza en un país y una región que siguen sin lograr contener la pandemia.

La autoridad nacional reguladora de medicamentos (Cecmed) decidió “otorgar el Autorizo de Uso de Emergencias (AUE) a la vacuna cubana  Abdala (…) una vez confirmado que se cumple con los requisitos y parámetros exigidos en cuanto a calidad, seguridad y eficacia”, anunció en su cuenta de Twitter.

 Adabala es la candidata más avanzada entre las cinco vacunas desarrolladas en Cuba, tiene una efectividad del 92.28% contra el riesgo de contraer el padecimiento con síntomas, según el grupo farmacéutico estatal BioCubaFarma.

La noticia llega cuando el país está más golpeado por la pandemia y enfrenta un fuerte aumento de casos, con un nuevo récord de contagios en 24 horas el viernes (6,422 casos, incluidas 28 muertes).

En total, la isla de 11.2 millones de habitantes ha registrado 224,798 casos, incluidas 1,459 muertes.

El miércoles, las autoridades enviaron urgentemente médicos, equipos y material sanitario a la turística provincia de Matanzas, donde los hospitales están desbordados.

La televisión cubana mostró imágenes del hospital de la ciudad de Cárdenas, 150 km al este de La Habana, cuyos pasillos están llenos de camillas, mientras que una empresa local ha recibido el encargo de hacer nuevas camas.

Se ha lanzado una campaña ciudadana en las redes sociales para enviar donaciones a los trabajadores sanitarios y pacientes de esta región, a la que llegan cada semana alrededor de 6,000 turistas rusos. El presidente Miguel Díaz-Canel se trasladó el viernes a esa provincia, acompañado de varios ministros.

Un segundo candidato

Soberana 2, otro candidato desarrollado en Cuba, también se encuentra en la recta final, habiendo alcanzado una eficiencia del 91.2%, según cifras difundidas este jueves por Vicente Vérez, director del laboratorio que la desarrolló, el Instituto Finlay de Vacunas.

Según este instituto, la vacuna tiene una “eficacia del 91,2% frente a casos sintomáticos”, “75.5% frente a infección” y “100% frente a casos graves y mortales”. 

“Esta es realmente una cifra muy alta”, mencionó Vérez, quien destacó que el “objetivo fundamental” de la vacuna es lograr que para el paciente “este coronavirus se convierta en un resfriado común”.

“En el caso de Soberana 2 y Soberana plus, se va a presentar en los próximos días un expediente a la autoridad regulatoria para solicitar su uso de emergencia”, informó Eduardo Martínez, presidente del estatal BioCubaFarma.

Cuba quiere tener vacunados a todos sus habitantes antes de fin de año.

Con la luz verde de Cecmed, “las autoridades cubanas podrán disponer ya de una campaña de vacunación contra la COVID en todo el territorio nacional”, explicó José Moya, representante en Cuba de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De hecho, Cuba ya empezó a vacunar desde mayo, como parte de una intervención de salud pública reservada para las zonas más afectadas, principalmente La Habana.

Al cierre del martes, cerca de 6,8 millones de cubanos habían recibido al menos una dosis de Abdala o Soberana 2, y 1,6 millones han recibido las tres dosis necesarias.

 Apetito de extranjeros

 El país también espera vender sus fórmulas en el exterior: el gobierno venezolano ha comprado 12 millones de dosis de Abdala, y ya comenzó a usarla en su campaña de vacunación. 

 Irán acaba de aprobar el uso de emergencia de Soberana 2 —tras haberla probado en su territorio— y la ministra de Salud argentina visitó la isla en mayo con este fin; mientras que Vietnam y México también están interesados.

 No es necesaria la luz verde de la OMS para estos acuerdos bilaterales. 

 El interés en las vacunas cubanas, basadas en una proteína recombinante —la misma técnica que utiliza la empresa estadounidense Novavax—, es que “pueden ser almacenadas de 2 a 8 grados y eso da una ventaja para las condiciones de América Latina, que desafortunadamente no tiene las condiciones de alta refrigeración” necesarias para otros inmunizantes, según Amilcar Pérez-Riverol, investigador postdoctoral cubano de la Fundación Fapesp, de la Universidad Estatal de Sao Paulo (Brasil).

 Sometida a un embargo estadounidense desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propias vacunas en la década de 1980. Hoy, el 80% de las vacunas incluidas en su programa de vacunación se fabrican en la isla.

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