Una jueza británica negó este miércoles la fianza al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, debido a que dijo que existe el riesgo de que huya de la justicia mientras Estados Unidos intenta conseguir su extradición.
Assange, quien suma más de ocho años entre el periodo que estuvo refugiado en la embajada de Ecuador en Londres y el tiempo que ha estado en prisión, había pedido la libertad bajo fianza después de que el tribunal falló el lunes que no debía ser extraditado debido al riesgo de suicidio.
“Estoy convencida de que existen razones sustanciales para creer que si el señor Assange es liberado hoy, no se entregaría a la corte para enfrentar el proceso de apelación”, dijo la jueza Vanessa Baraitser al Tribunal de Magistrados de Westminster en Londres.
“En lo que respecta al señor Assange, este caso aún no se ha ganado (…) el resultado de esta apelación aún no se conoce”.
Estados Unidos no cesa esfuerzos
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dice que continuará buscando la extradición de Assange para enfrentar 18 cargos penales por violar una ley de espionaje y conspirar para acceder sin autorización a computadores del gobierno.
La pareja de Assange, Stella Moris, dijo que la decisión de la jueza de negarle la libertad bajo fianza fue una gran decepción e instó a Estados Unidos a que lo perdone. WikiLeaks dijo que apelaría contra la denegación de la fianza.
Quienes apoyan a Assange, un australiano de 49 años, consideran que es un héroe por exponer lo que describen como abusos de poder de Estados Unidos. Pero sus detractores lo describen como una figura peligrosa que ha socavado la seguridad de Occidente y niegan que sea un periodista.
WikiLeaks publicó cientos de miles de cables diplomáticos secretos de Estados Unidos que dejaban al descubierto valoraciones a menudo críticas de los líderes mundiales, desde el presidente ruso Vladimir Putin hasta miembros de la familia real saudí.
Assange hizo noticia a principios de 2010, cuando WikiLeaks publicó un video secreto del Ejército estadounidense que mostraba un ataque de helicópteros Apache en 2007 en el que murió una decena de personas en Bagdad, incluidos dos miembros del equipo periodístico de Reuters.
Clair Dobbin, abogada que representa a Estados Unidos en la audiencia, dijo que Assange había hecho todo lo posible para evitar la extradición y que podía intentar salir del Reino Unido para huir de la justicia.
“Este tribunal no debe tener ninguna duda sobre los recursos, las habilidades y los medios de Assange para organizar un vuelo a otro país”, dijo Dobbin. “Este tribunal tampoco debe hacerse ilusiones en cuanto a la disposición de otros estados para ofrecer protección al señor Assange“.
Estados Unidos también se refirió a la oferta de asilo hecha por México, en voz del presidente Andrés Manuel López Obrador, el lunes, como uno de los caminos a través de los cuales Assange podría evadir a la justicia.
El abogado del australiano, Edward Fitzgerald, argumentó que se habían malinterpretado las palabras del presidente mexicano, pues su oferta se aplicaría solo al final de todo el proceso y que en ningún caso abrió las puertas de su embajada en Londres.
En 2012 Assange se refugió en la embajada de Ecuador en la capital británica vulnerando una libertad bajo fianza impuesta a la espera de examinar su extradición a Suecia, que lo reclamaba por violación, cargos que fueron abandonados desde entonces.
Allí vivió encerrado siete años hasta su espectacular detención por la policía británica en abril de 2019, cuando el presidente Lenín Moreno le retiró el apoyo que le había concedido su predecesor Rafael Correa.
Desde entonces, el australiano se encuentra recluido en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh.
Nueva familia, nuevos motivos
Fitzgerald se esforzó por demostrar que la nueva situación de Assange, quien durante su reclusión en la embajada ecuatoriana tuvo a escondidas dos hijos con Morris, lo mantiene ahora más enraizado a la comunidad.
Aseguró que tenía todos los motivos para respetar las condiciones de una nueva libertad bajo fianza y permanecer en Inglaterra, mientras el fundador de WikiLeaks, vestido con traje oscuro, escuchaba en la sala.
Argumentó también que su cliente corre mayor riesgo de contraer COVID-19 en prisión que en casa con su familia. Pero no logró convencer a la magistrada.
Con información de AFP y Reuters