El Congreso estadounidense aprobó este miércoles un plan de ayuda social por 100,000 millones de dólares destinado a los trabajadores directamente afectados por las consecuencias del coronavirus.

Simultáneamente, congresistas y la Casa Blanca negociaban un plan de estímulo económico que podría alcanzar los 1.3 billones de dólares.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo respaldar el texto adoptado el miércoles por la mayoría republicana en el Senado y debería, por tanto ratificarlo rápidamente para que entre en vigor.

El plan de ayuda busca reforzar la protección social de los estadounidenses ante la pandemia que dejó hasta el momento más de 110 muertos en Estados Unidos, donde se han detectado más de 7.300 casos.

El texto fue aprobado en la madrugada del sábado por la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, con 363 votos a favor y 40 en contra.

El documento denominado “Las familias primero, ley sobre la respuesta al coronavirus” prevé pruebas gratuitas para cualquier persona que las necesite, incluidas aquellas que no tengan seguro.

La ley también incluye bajas por enfermedad de “emergencia”, con hasta dos semanas de licencias pagadas para los empleados a jornada completa y, en el caso de los trabajadores a tiempo parcial, un periodo equivalente al número de horas trabajadas habitualmente, repartido en dos semanas.

Senadores republicanos pidieron que el monto de las licencias pagadas tuviera un tope, como condición para apoyar el texto.

Esta ley prevé también un acceso más fácil al seguro de desempleo así como a los bonos alimentarios, especialmente para los niños que ya no van a la escuela por el coronavirus, y desbloquea fondos federales para financiar el programa “Medicaid”, que cubre gastos sanitarios de los estadounidenses más pobres.