Para ser un buen CEO se necesitan más que habilidades analíticas y títulos en finanzas o negocios. Ahora, lo que buscan las empresas son líderes con un enfoque humano, es decir, dirigentes capaces de, como se dice coloquialmente, usar ambos lados de su cerebro.
Dentro de una empresa hay tres grupos de empleados y clientes a los que los líderes están acostumbrados a administrar con habilidad: ‘Agitators’, los ‘Disenfranchised’, los ‘Indifferent’ y luegos los ‘Pathfinders’, que destacan por sus características e influencia, explica una nueva investigación de Accenture.
Los ‘Pathfinders’ son de particular relevancia ya que exhiben una amplia gama de características notables
- Se perciben a sí mismos con motivaciones y empoderamiento
- Creen que pueden efectuar cambios dentro de las empresas para las que trabajan y compran
- Este ‘supergrupo’ de empleados y clientes puede ser un agente de cambio
- Comprenden un tercio de los más de 11,000 empleados y clientes que encuestamos a nivel mundial.
De acuerdo con el estudio, en los Pathfinders está el camino para que los directores ejecutivos puedan seguir siendo líderes competitivos.
Uno de los primeros pasos es que el CEO tome el liderazgo de los Pathfinders para que pueda hacer nuevos aliados importantes y proporcione una vía de acceso al cambio para posicionarse a sí mismo y a su compañías al éxito.
La investigación también reveló que los Pathfinders están presionando a los directores ejecutivos para que encuentren nuevas formas de liderar, hacer crecer y sostener a sus organizaciones, “exigiendo que un nuevo tipo de líder se comprometa con su pasión, principios y capacidades”
¿Sus expectativas? Líderes que tienen un fuerte equilibrio entre habilidades dirigidas por análisis y centradas en el ser humano.
Cómo lograrlo
El razonamiento crítico, la toma de decisiones, el análisis de datos, números y estadísticas son capacidades que son vitales, pero ya no suficientes para un director ejecutivo.
Ahora, los CEO tienen que usar sus habilidades del lado científico del cerebro, que se basa en el análisis de datos y el razonamiento crítico, y las habilidades del lado creativo, que se basa en áreas como la intuición y la empatía.
“Reunir a los dos intencionalmente para impulsar niveles más profundos de resolución de problemas y creación de valor es fundamental”, asegura Accenture.
Las compañías que utilizan un enfoque de cerebro completo en la actualidad mostraron una correlación con un mejor desempeño financiero en promedio durante un periodo de tres años, es decir, 22% más crecimiento de ingresos y 34% más rentabilidad, detalló la investigación.