Los 27 países de la Unión Europea se disponen a adoptar este martes su mandato de negociación para las conversaciones sobre su relación con Reino Unido después del Brexit, allanando el camino para el despegue de las conversaciones a partir de la próxima semana, dijo un diplomático de la UE.

Reino Unido dejó la UE el 31 de enero y las dos partes han mantenido un duro intercambio de mensajes en el período previo a la nueva ronda de negociaciones.

El bloque de la Unión Europea exige garantías amplias de una competencia justa, Londres dice que no se alineará con las reglas comunitarias.

Francia había tardado en aceptar la postura de negociación conjunta de la UE, en un intento por fortalecer las disposiciones que establezcan la igualdad de condiciones, incluyendo obligar a Reino Unido a seguir las normas y reglamentos del bloque en el futuro a cambio del acceso al mercado único de la UE.

Sin embargo, los 27 representantes nacionales en Bruselas acordaron el lunes pasado un texto que dice que cualquier nuevo tratado comercial entre las partes “debería impedir las distorsiones del comercio y las ventajas competitivas injustas para asegurar una relación sostenible y duradera”.

El mandato abarca las ayudas estatales, la competencia, las normas sociales, laborales y ambientales, así como las normas fiscales aplicables.

Los ministros de Asuntos Europeos de los 27 países de la UE deben firmar este martes el mandato de la Comisión Ejecutiva del bloque, encargada de la negociación con Reino Unido debido al Brexit.

Si bien se tratará de un proceso “muy duro” que podría fracasar si Londres no garantiza el estatus de la frontera irlandesa en los términos previamente acordados, dijeron el martes ministros europeos.

Después del tono agrio de ambas partes antes de las negociaciones que comenzarán la próxima semana, Irlanda advirtió que hasta el más básico de los acuerdos comerciales sería imposible antes de que acabe el año si Londres no cumple con sus compromisos fronterizos del acuerdo de salida.

“Si no se aprecian progresos en las infraestructuras necesarias (…) en los próximos meses, va a ser una señal muy preocupante de cara a saber si va a ser posible obtener algún resultado razonable para finales de año”, dijo en Bruselas el ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, Simon Coveney.

En virtud del complejo acuerdo de divorcio entre la quinta mayor economía del mundo y su mayor bloque comercial, Irlanda del Norte permanece en el área de control aduanas de Reino Unido, pero se aplicarían aranceles a los bienes que crucen desde la isla de Gran Bretaña al territorio en caso de estar destinadas a Irlanda o a cualquier otro punto de la UE.

“Cumpliremos con nuestras obligaciones”, dijo el lunes un portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson.

“El primer ministro (…) ha sido claro en que, más allá de una reducida serie de cambios, (…) no habrá cambios en el comercio entre Reino Unido e Irlanda del Norte y no hemos pedido a ningún puerto que se prepare para nuevas comprobaciones o controles entre Reino Unido e Irlanda del Norte”.

El comercio actual de Reino Unido con la UE, en cuya unión aduanera y mercado único permanecerá hasta que venza el período de transición el 31 de diciembre, se compone en la actualidad de 45% de exportaciones y 53% de importaciones.

Tras el Brexit, la UE ofrece una relación comercial sin aranceles ni cuotas a cambio de que el Reino Unido se comprometa a no perjudicar a las empresas europeas con estándares más bajos —y, por tanto, más baratos— en materia medioambiental, laboral, fiscal y de ayudas estatales.