Estados Unidos no espero mucho para criticar la prohibición en China de la cadena BBC este jueves, después de la difusión de un informe sobre el tratamiento que recibe en ese país la minoría musulmana de los uigures.
El gobierno de Joe Biden instó a Pekín a que permita el libre acceso a los medios, apenas un día después de que el mandatario sostuvo su primera llamada con su homólogo Xi Jinping.
“Condenamos de manera absoluta la decisión”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien hizo un llamado a China y a otras naciones con un control autoritario sobre la población a que permitan el pleno acceso a internet y la libertad de medios.
El regulador chino de medios de comunicación prohibió este jueves el Servicio Mundial de la BBC, acusándolo de violar directivas oficiales en una investigación sobre la minoría uigur, días después de que Londres retirara la licencia a la cadena china CGTN por infringir la legislación británica sobre propiedad estatal.
Lo que dice China
La Administración Nacional de Radio y Televisión china no permite que la BBC continúe retransmitiendo en China y no acepta la renovación de su permiso anual, dijo en un comunicado el regulador del régimen comunista.
El servicio de noticias de la emisora británica incumplió, a su juicio, la exigencia de que el periodismo sea veraz y justo y no dañe los intereses nacionales de China, explicó el regulador de medios.
Esa grave violación de las directivas oficiales se habría producido durante un informe emitido el 3 de febrero con testimonios desgarradores de tortura y violencia sexual contra uigures en campos de detención chinos.
Respuesta de BBC
La BBC expresó su decepción con la medida que se aplica en China continental, donde el canal ya está censurado y limitado a los hoteles internacionales.
“La BBC es la emisora mundial más fiable e informa en todo el mundo de manera justa, imparcial y sin miedo ni favoritismos”, dijo una vocera de la corporación británica.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, calificó la prohibición de atentado inaceptable contra la libertad de prensa y aseguró que solo dañará la reputación de China a los ojos del mundo.
La medida llega en plena tensión entre ambos países desde que Pekín impusiera una ley de seguridad en Hong Kong, antigua colonia británica, y Londres prohibiera al chino Huawei participar en su red 5G.
Los gritos resonaban
La BBC, que también emitió un duro documental en el que acusa a China de encubrir los orígenes del COVID-19, difundió el 3 de febrero un informe sobre la situación de los uigures en los campos de detención chinos.
En base a numerosos testimonios, la BBC informó de las denuncias de violaciones sistemáticas, de abusos sexuales y de torturas a mujeres detenidas por parte de la policía y los guardias de la región occidental de Xinjiang, en China.
La región alberga la etnia uigur, mayoritariamente de confesión musulmana, y registró en los últimos años una fuerte represión por parte de las fuerzas chinas en respuesta a disturbios separatistas.
El reportaje describe torturas con descargas eléctricas, incluida la violación anal por guardias usando porras eléctricas. Las mujeres habrían sido sometidas a violaciones colectivas y a la esterilización forzada.
“Los gritos resonaban en todo el edificio”, según uno de los testigos citado en la información.
Los grupos de defensa de los derechos humanos estiman que al menos un millón de uigures y otros musulmanes de habla turca están detenidos en campos en Xinjiang.
La cancillería china calificó de “falsa” la investigación de la BBC, pero para el gobierno británico muestra “actos claramente malvados”. La diplomacia estadounidense también condenó los hechos reportados.