La aceleración de la economía china en el tercer trimestre del 2022 dio esperanzas a México y al mundo de un cierre de año alentador, sin embargo, FocusEconomics advierte que las señales del cuarto trimestre del gigante asiático son pesimistas.

Pese a la incertidumbre, hay una posibilidad de que menores interrupciones en las cadenas de suministro por restricciones sanitarias y la detonación del consumo del gigante asiático alivien las presiones inflacionarias e incentiven las exportaciones en México.

Una de las ventajas de la economía china es que este mes las autoridades anunciaron que relajarían algunas restricciones por el coronavirus y brindarían apoyo financiero adicional al sector inmobiliario, lo que debería impulsar la actividad económica en el futuro.

Sin embargo, una ampliación de la crisis inmobiliaria, un mayor intervencionismo económico y restricciones comerciales adicionales de Estados Unidos plantean riesgos.

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PIB al alza

En el tercer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de China creció 3.9% a tasa anual, frente a un aumento de 0.4% en el periodo previo, resultado de la disminución de las interrupciones relacionadas con el COVID-19, incentivando servicios (3.2%) e industria (5.2%).

PIB CHINA

También destaca el sector de la construcción que se expandió 8% debido, según FocusEconmics, al estímulo de infraestructura del gobierno, mientras que el sector inmobiliario cayó cerca de 4% en medio de la actual crisis inmobiliaria.

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Los panelistas de FocusEconomics esperan que el PIB se expanda 4.7% en el 2023, lo que representa una disminución de 0.1 puntos porcentuales respecto al pronóstico del mes pasado.

Sobre una base trimestral desestacionalizada, la actividad económica se recuperó, con un incremento de 3.9% en el tercer trimestre, contra la caída de 2.7% en el lapso anterior.

Obstáculos, aún un freno

Sin embargo, el país asiático considerado el mayor consumidor del mundo sigue obstaculizado por las restricciones de COVID-19 y una recesión inmobiliaria.

En septiembre pasado, los precios de las viviendas cayeron 1.5% anual, lo que representó el quinto mes consecutivo con desplome, mientras que la construcción de viviendas nuevas se contrajeron más de 40%.

Los datos de industrias emergentes, ventas de casas nuevas, ventas de automóviles, el transporte y los ingresos por turismo de vacaciones prolongadas apuntan a un probable comienzo débil en el cuarto trimestre

aseveraron analistas de Goldman Sachs.

Sector inmobiliario, en duda

Sobre el anuncio de noviembre de que las autoridades implementarían un plan de 16 puntos para reiniciar el sector inmobiliario, que incluye apoyo financiero adicional tanto a los desarrolladores como a los compradores de viviendas, los mercados son escépticos.

Nomura señala que desarrolladores, constructoras, prestatarios hipotecarios y otras partes interesadas relacionadas con problemas de liquidez pueden “respirar aliviados”.

No obstante, expone que el sector inmobiliario podría tardar unos meses más en recuperarse debido a la pandemia y la reticencia de Pekín a desregular el sector y estimular la demanda de viviendas en las grandes ciudades.

“Incluso después de una recuperación, las ventas de casas nuevas podrían establecerse en un nivel significativamente más bajo que antes de la pandemia”, asegura Nomura.

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