Las fuerzas militares de Azerbaiyán y Armenia se enfrentan desde hace poco más de una semana, como parte de un conflicto que tiene más de 30 años de antigüedad; algunos países buscan interceder para lograr el fin de los ataques en la región.

Nagorno Karabaj es un territorio azerbaiyano poblado mayoritariamente por armenios, que buscó su independencia de Azerbaiyán, acción que dio paso a un conflicto armado entre 1988 y 1994, el cual cobró alrededor de 30,000 vidas y desplazó a más de un millón de personas.

Sin embargo, el territorio aún es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán.

Revive el conflicto

El sábado 3 de octubre AFP reportó que Armenios y Azerbaiyanos libraron violentos combates en la mayor parte del frente en Nagorno Karabaj.

El presidente de este territorio separatista, Arayik Harutyunian, vestido con uniforme militar, declaró a los periodistas que había comenzado “la última batalla” por Nagorno Karabaj, añadiendo que se unía al frente para combatir junto a sus tropas.

Por su parte, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, reiteró su llamado a la retirada de las fuerzas armenias de los “territorios ocupados” azerbaiyanos como “condición previa” a un alto el fuego.

El ejército azerbaiyano afirmó que 19 pueblos azerbaiyanos fueron el blanco de disparos armenios por la noche y aseguró que había tomado “medidas firmes de represalia”, reivindicando en especial la toma de posiciones separatistas.

Potencias intervienen

El viernes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reclamó “un fin inmediato de las hostilidades” en la zona.

Por su parte, Francia, Rusia y Estados Unidos, miembros del llamado Grupo de Minsk, organización formada en 1992 para mediar en el caso de Nagorno Karabaj, dijeron que los enfrentamientos “son una amenaza inaceptable para la estabilidad de la región“.

Pidieron un “cese el fuego inmediato y sin condición” y exhortan a Bakú, capital y centro comercial de Azerbaiyán, y a Ereván, capital Armenia, a “comprometerse desde ahora a reanudar el proceso de negociación apoyándose en los principios fundamentales aplicables y sobre los textos internacionales pertinentes bien conocidos de ambas partes”.

Irán, país vecino, advirtió el sábado contra cualquier “intrusión” en su territorio, después de que los morteros golpearan aldeas iraníes a lo largo de la frontera, mientras que Georgia suspendió temporalmente el sobrevuelo en su territorio de los aviones militares de carga de Armenia y Azerbaiyán.

Rusia, que junto con Irán tienen intereses en la zona, expresó su preocupación sobre la participación de Turquía que apoya a Azerbaiyán; Francia afirmó que 300 combatientes “yihadistas” salieron de Siria en dirección a Azerbaiyán, pasando por Turquía, lo que constituye una “línea roja”.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó el lunes a Turquía a “usar su influencia” para calmar las tensiones.

“Espero que Turquía utilice su influencia para calmar las tensiones”, dijo Jens Stoltenberg en una conferencia de prensa en Ankara, junto al jefe de la diplomacia turca, Mevlut Cavusoglu.
Cavusoglu, cuyo país aboga por el fin de la “ocupación” de Nagorno Karabaj por parte de los separatistas apoyados por Armenia, dijo que la OTAN también debería “pedir a Armenia que se retire” del enclave y que respete “la integridad territorial de Azerbaiyán”.

Canadá se sumó hoy al conflicto tras anunciar la suspensión de la exportación de armas a Turquía durante una investigación sobre el posible desvío de material militar canadiense a Azerbaiyán.

“En respeto al riguroso régimen de control de exportaciones de Canadá y debido a las continuas hostilidades, suspendí las licencias pertinentes a Turquía para evaluar mejor la situación”, dijo François-Philippe Champagne, ministro de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Medios locales indicaron que Canadá entregó en mayo permisos a la sociedad canadiense L3Harris Wescam para exportar sistemas de imágenes y objetivos a un fabricante turco de drones.

Ese material está ahora en el centro de las acusaciones contra Azerbaiyán, al que se le atribuye utilizar drones fabricados por la empresa turca Baykar en las hostilidades con Armenia por Nagorno-Karabaj.

Con información de AFP