El estado de California sufre el incendio más grande y más letal en su historia, que ha provocado la muerte de 44 personas desde que comenzó la semana pasada, y las autoridades se prepararan para un aumento de la cifra de muertos.

El número de fallecidos confirmados constituye la mayor cifra histórica para un único incendio en California, superando por mucho el récord anterior de 29 vidas perdidas en 1933 en el incendio de Griffith Park en Los Ángeles.

El incendio principal -denominado “Camp Fire”- en el norte de California, apenas ha sido contenido en un 25% y hay 228 desaparecidas, según Kory Honea, alguacil del condado de Butte.

“Camp Fire”, que ya es considerado como el incendio más destructivo jamás registrado en California en términos de pérdidas de propiedades- ha consumido más de 7,100 casas y otras estructuras desde que comenzó el jueves en la sierra del condado de Butte, a unos 280 kilómetros al norte de San Francisco.

Afectaciones tras el incendio en Malibú
Afectaciones tras el incendio en Malibú. (AFP)

La mayor parte de la destrucción y de pérdida de vidas ocurrió dentro y en torno a la localidad de Paradise, donde las llamas redujeron a cenizas y escombros la mayoría de los edificios en la noche del jueves, pocas horas después del inicio del incendio. Unas 52,000 personas siguen afectadas por las órdenes de evacuación, dijo el alguacil.

Las llamas han avanzado con una intensidad errática, complicando la labor de los bomberos y sorprendiendo a muchos residentes. Algunas víctimas de “Camp Fire” fueron encontradas en vehículos achicharrados que fueron alcanzados por muros de fuego mientras intentaban huir, al quedar atrapados en grandes atascos en la noche del jueves.

La contingencia se complica con el incendio “Woolsey”, contenido en un 35%, que ha destruido 435 estructuras y desplazó a unas 200,000 personas en las montañas y laderas cercanas a la costa de Malibú, en el sur de California y al oeste de Los Ángeles.

Un tercer incendio, el “Hill Fire”, en el condado de Ventura, al noroeste de Los Ángeles y Malibú, estaba contenido casi en su totalidad (75%).

Nueva anormalidad

El presidente Donald Trump declaró “una gran catástrofe en el estado de California y ordenó ayuda federal adicional” para las áreas afectadas, dijo la Casa Blanca en un comunicado. Esto libera fondos para los condados de Butte, Los Ángeles y Ventura.

Las autoridades advirtieron que la propagación de los incendios fue más rápida que en el pasado.

“Esta no es la nueva normalidad, esta es la nueva anormalidad. Y esta nueva anormalidad continuará en los próximos 10, 15 o 20 años”, dijo el gobernador de California, Jerry Brown.

“Desafortunadamente, la mejor ciencia nos dice que el calor, la sequía, todas esas cosas, se intensificarán”, advirtió.

Con información de Reuters y AFP

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