Buenos Aires, la capital de Argentina, no logró un acuerdo con bonistas para postergar el pago de su bono 2021 por lo que afrontará el pago de su vencimiento con fondos propios este miércoles, informó el gobierno de la entidad.
El resto de su deuda será reestructurada en moneda extranjera y así evitar el default, explicó el gobernador Axel Kicillof.
Buenos Aires es considerada por algunos expertos como una prueba para las negociaciones que llevará a cabo el presidente Alberto Fernández para reestructurar alrededor de 100,000 millones de dólares en deuda pública.
Como la capital no alcanzó el consenso de más del 75% de los bonistas -necesario para postergar el pago-, recurrirá al financiamiento que consiguió en el mercado doméstico para cancelar 250 millones de dólares en capital y 27 millones de dólares en intereses, cuyo periodo de gracia vence el miércoles tras no haberse pagado el 26 de enero.
Tras el anuncio realizado por Kicillof, los bonos caían a 49 dólares desde los 51.5 dólares previos , principalmente debido a la noticia de la reestructuración.
“Esperamos una respuesta positiva” a la reestructuración de la deuda provincial en moneda extranjera, dijo el gobernador, que consideró el monto de la misma “impagable” en una conferencia de prensa en La Plata, capital de Buenos Aires.
Kicillof calificó como “muy complejo” el proceso de negociación que su gestión desarrolló con los acreedores y dijo que aunque la provincia logró el respaldo de más del 50% de los bonistas, no llegó a un acuerdo con el fondo de inversión Fidelity, que posee un alto porcentaje de títulos provinciales.
Según el funcionario, la provincia debe cancelar solo en 2020 alrededor de 220,000 millones de pesos (3,630 millones de dólares), una cifra que representa el 15% de los fondos del distrito.