Los líderes de Bougainville fijaron el martes el plazo de 2027 para conseguir la plena independencia de Papúa Nueva Guinea, al iniciarse las negociaciones bilaterales sobre el futuro de la isla melanesia, antaño devastada por la guerra.
Un rotundo 97.7% de los habitantes de Bougainville votó a favor de separarse de Papúa Nueva Guinea y convertirse en la nación más joven del mundo en un referéndum celebrado en 2019.
La votación concretó un acuerdo de paz firmado en 2001, tras una década de guerra entre los rebeldes de Bougainville, las fuerzas de seguridad de Papúa Nueva Guinea y mercenarios extranjeros, que dejó hasta 20,000 muertos.
El gobierno de Papúa Nueva Guinea aceptó hasta ahora el resultado, a pesar de la preocupación de que la salida de Bougainville pueda provocar la fractura del país, de gran diversidad étnica y lingüística.
Sin embargo, el rechazo a la independencia podría reavivar viejas rencillas y hacer fracasar el proceso de paz.
El excomandante rebelde convertido en presidente de la isla, Ishmael Toroama, y el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, se reúnen actualmente en la ciudad de Wabag, en las Highlands, para intentar acordar un camino a seguir.
Independencia a más tardar en 2027
“El mensaje es claro: este largo viaje debe terminar cuanto antes”, comentó Toroama.
También señaló que la independencia debe llegar “a más tardar en 2027”,
Añadió que se instó al gobierno central de Papúa Nueva Guinea a no intentar frustrar la medida.
Por su parte, Marape indicó que debe acordarse un “resultado” para 2030, dejando la puerta abierta a algo menos que la independencia total. “Este proceso no puede precipitarse.
Subrayó que el futuro de nuestra nación está en juego”.
Además, “mi trabajo es garantizar que el resto del país permanezca unido”.
El parlamento de Papúa Nueva Guinea tendrá la última palabra sobre la ratificación del voto de Bougainville, y aún no está claro si los 111 miembros bloquearán la independencia. “No hay nada que temer de una Bougainville independiente”, les afirmó Toroama el martes.
“Aunque Bougainville tendrá nuevos símbolos nacionales y una nueva frontera internacional, seguirá siendo un hermano melanesio”, prometió a los parlamentarios.