El partido conservador liderado por Boris Johnson consiguió 368 escaños en la elección general del Reino Unido.
Esta cosecha es mayor que los 326 representantes necesarios para establecer una mayoría, por lo que el Primer Ministro será llamado el día de hoy al Palacio de Buckingham para obtener la petición formal de la Reina para formar un gobierno.
El resultado tiene importantes implicaciones para la salida en tiempo de la Unión Europea.
Es una noche históricamente mala para el partido laborista que se aproxima a una crisis existencial y tendrá que decidir cuál es su siguiente paso. También se trata de una reivindicación de Boris Johnson y su acuerdo de salida de la Unión Europea. Ahora la pregunta es qué tipo de relación de comercio se podrá negociar con Europa. También es una noche difícil para la Unión con los resultados de Escocia y lo que puede significar para un nuevo referéndum independentista.
Liam Hill, analista político
La elección, que había sido promovida por ambos partidos como un proxy para un segundo referéndum sobre Brexit, se enfrentó con la impopularidad de Jeremy Corbyn, líder del partido laborista que fue incapaz de aprovechar el sentimiento pro-europeo de una parte importante de la población.
Mientras que el partido conservador aumentó 50 asientos, el partido laborista perdió 71, lo que dejó al partido gobernante con una ventaja de 86 representantes. Para el partido de Corbyn, la elección representó una derrota importante tras el sorpresivo desempeño en la elección de 2017.
Ian Murray, ex-ministro de Edimburgo por el partido laborista, reveló que su electorado estaba más preocupado por la presencia de Corbyn como líder del partido que por el destino de las negociaciones de Brexit, y explicó que “el partido le había fallado al país y debía cambiar curso”.
La histórica derrota para el partido laborista (la peor desde 1935) podría significar la renuncia de Jeremy Corbyn como su líder. Al respecto John McDonnell, Canciller de oposición, señaló en entrevista que el partido analizará la situación a lo largo del día antes de tomar una decisión.
Dados los resultados positivos que el partido en el poder consiguió en áreas tradicionalmente laboristas, Andrew Neil, analista de la BBC, declaró la elección como “la muerte del partido conservador tradicional, que era pro-Europa, sureño y ligeramente privilegiado”.
Los resultado de la elección garantizan que el acuerdo propuesto por Johnson el pasado 27 de octubre será votado de nuevo, y esta vez con éxito, pues todos los candidatos conservadores firmaron un compromiso para votar a favor.
Dado que la Unión Europea ya ha aceptado los términos del acuerdo, el Reino Unido está ahora en condiciones para abandonar la Unión el 31 de enero, la fecha previamente acordada. Tras esta salida habrá un periodo de transición en el que el intercambio comercial operará bajo las mismas reglas.
El gobierno de Johnson ha prometido crear las reglas del nuevo modelo antes del fin de 2020, y éste todavía tendrá que ser aprobado por la Unión.
En Escocia, el Partido Nacional Escocés consiguió 55 de los 59 representantes en disputa, lo que cimenta su fuerza política en el país del norte de la isla, y podría traducirse en un nuevo referéndum de independencia, pues los analistas consideran que “será el asunto más discutido en todas las campañas futuras”.
Sarah Smith, editora de la BBC en Escocia consideró que el voto era un reflejo del sentimiento escocés que está más interesado en permanecer como parte de Europa que como parte del Reino, y advirtió que una negativa de Westminster ante un nuevo referéndum podría incluso reforzar el sentimiento separatista en el país.