Boris Johnson renunció este jueves como primer ministro del Reino Unido y anunció su dimisión como líder del Partido Conservador.

En un breve mensaje, aclaró que se mantendrá como jefe del gobierno hasta que se nombre a su sucesor.

Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro

reconoció Johnson al anunciar su renuncia en un mensaje a la nación frente a la célebre puerta negra del número 10 de Downing Street.

Tres años después de llegar triunfante al poder, Johnson, de 58 años, se vio obligado a renunciar tras perder el apoyo de su partido a raíz de incesantes escándalos.

El Partido Conservador deberá ahora elegir durante el verano a un nuevo dirigente para reemplazar a Johnson, probablemente a partir de octubre, como su líder y por consiguiente como jefe del gobierno.

Mientras tanto, el controvertido Johnson se declaró determinado a seguir dirigiendo al país y para dejarlo claro el jueves nombró a nuevos ministros y secretarios de Estados para reemplezar al alud de dimisionarios.

 Sé que habrá muchas personas que se sientan aliviadas y quizás bastantes que también se sientan decepcionadas. Y quiero que sepan lo triste que estoy por dejar el mejor trabajo del mundo. Pero esos son los descansos

 afirmó Johnson.

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Crisis de Boris Johnson

La crisis se produce cuando los británicos se enfrentan a la mayor contracción de sus finanzas en décadas, a raíz de la pandemia de COVID-19, con una inflación galopante, y se prevé que la economía sea la más débil entre las principales naciones en 2023, aparte de Rusia.

También sigue la división interna provocada por la estrecha votación de 2016 para abandonar la Unión Europea, y amenazas a la composición del propio Reino Unido con demandas de otro referéndum de independencia escocés, el segundo en una década.

Las acciones del Reino Unido subieron en operaciones matutinas, con el índice FTSE 250 centrado en el país alcanzando un máximo de sesión, después de darse a conocer que Boris Johnson anunció su renuncia como primer ministro británico.

Además, la descontrolada inflación, que en el Reino Unido alcanzó un récord en 40 años, superando el 9% interanual en mayo, hizo mella en la popularidad del gobierno, acusado de no hacer lo suficiente para ayudar a las familias que no logran llegar a fin de mes.

Para el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, su futura partida es “una buena noticia”, pero no basta.

Necesitamos un verdadero cambio de gobierno

dijo considerando una moción de censura contra el gobierno para precipitar la convocatoria de elecciones generales anticipadas.

Cernido por los escándalos

Johnson había hecho olvidar durante algunos meses los múltiples escándalos que lo rodean gracias a su determinada acción en la ayuda a Ucrania contra la invasión de Rusia. El Kremlin dijo el jueves desear que “gente más profesional” llegue al poder en el Reino Unido.

A principios de junio, Johnson sobrevivió a un voto de censura de sus propios diputados, gracia al apoyo de 211 de sus 359 legisladores, pero los 148 votos en su contra hicieron patente que el descontento no dejaba de crecer.

Las normas del Partido Conservador establecen que este procedimiento no se puede repetir en un año. Pero muchos pedían ya un cambio para volver a intentar inmediatamente otra maniobra contra él.

Desde el denominado “partygate” -el escándalo por las fiestas organizadas en Downing Street durante los confinamientos de 2020 y 2021-, hasta la irregular financiación de la lujosa reforma de su residencia oficial, pasando por acusaciones de amiguismo, los escándalos en torno a Johnson se multiplicaron.

La crisis reciente estalló después de que el legislador Chris Pincher, quien ocupó un cargo en el gobierno relacionado con el cuidado pastoral, se vio obligado a renunciar por acusaciones de que manoseó a hombres en un club privado de miembros.

Boris Johnson, el campeón electoral que perdió su magia

Campeón de las legislativas de 2019, cuando logró la más importante mayoría conservadora en décadas gracias a la promesa de realizar el Brexit, el primer ministro cayó en picado en las encuestas.

Según los sondeos, una mayoría de británicos considera a Boris Johnson como un “mentiroso”.

Debe ser investigado por una comisión parlamentaria para determinar si engañó a sabiendas a los diputados cuando en diciembre negó la celebración de fiestas que violaban la legislación anticovid.

Y el hecho de que afirmara desconocer las acusaciones contra Pincher, cuando muchos aseguraban lo contrario, y acabara reconociendo su “olvido”, refuerza las acusaciones de que el primer ministro juega con la verdad.

Boris Johnson ha estado al frente del gobierno británico desde 2019. Desacreditado por los escándalos, el hombre que siempre se había negado a renunciar, es empujado hacia la puerta de salida por su propio Partido Conservador.

Con información de AFP y Reuters.