La Bolsa de Santiago de Chile se desplomó 4.61% este lunes en medio de las protestas que ya dejaron 11 muertos y más de 200 heridos.

El Índice de Precios Selectivos de Acciones (IPSA), principal indicador de la plaza, se ubicó en 4,953.20 puntos al cierre de una jornada más breve de lo habitual.

La Bolsa local decidió acortar una hora las transacciones de esta jornada y las del martes.

 

Este lunes, miles de personas se congregaron en la céntrica plaza Italia de Santiago, la mayor manifestación de las ya ocurridas en los últimos días.

Las manifestaciones comenzaron por el alza en la tarifa del Metro -medida que ya echó para atrás el gobierno-, y se sumaron exigencias de acceso a la salud y a la educación en medio de una alta desigualdad social, bajas pensiones y alza de los servicios básicos.

Hasta el momento, “la cifra de fallecidos oficiales que tenemos que lamentar en estos últimos dos días es 11”, dijo a periodistas Karla Rubilar, intendenta (gobernadora) de la Región Metropolitana.

El ministro de Salud, Jaime Máñalich, informó de su lado que hay 239 civiles heridos, ocho de ellos en riesgo vital.

El titular de la cartera de Interior, en tanto, dijo que 50 policías y soldados también resultaron heridos.

La Fiscalía informó además de 2,151 detenidos en todo Chile.

En este primer día laboral desde el estallido social muchos empleadores cancelaron las jornadas de trabajo y las clases estaban suspendidas en prácticamente todos los colegios y universidades.

Guerra contra un enemigo poderoso: Piñera

El gobierno ha condenado las protestas y ha llamado a la calma, pero el presidente Sebastián Piñera, quien hasta hace pocos días se refería a su país como un “oasis” de tranquilidad, afirmó la noche del domingo que el país se encontraba “en guerra contra un enemigo poderoso”.

En el centro de Santiago se observa gran presencia militar y policial. Algunas tiendas -las más pequeñas- abrieron sus puertas, pero la mayoría de los supermercados y centros comerciales permanecían cerrados o abrían parcialmente.

En algunos supermercados, las personas hacían largas filas a la espera de que abrieran sus puertas para abastecerse de víveres. En las gasolineras se observaban también enormes colas de vehículos para cargar combustible.