El presidente estadounidense, Joe Biden, finalmente incluyó a la empresa desarrolladora de autos eléctricos, Tesla, en una sesión informativa sobre vehículos eléctricos en la Casa Blanca.

Durante meses, el presidente se centró en General Motors (GM) y Ford, ignorando a Tesla, lo que provocó reacciones públicas por parte del director ejecutivo de la compañía, Elon Musk, de acuerdo con información de Bloomberg. 

Además, Biden también mencionó a Rivian, respaldado por Amazon y al fabricante de autobuses eléctricos Proterra en su discurso

Te puede interesar: México y Canadá piden que EU respete compromisos en tema de autos eléctricos

“Desde el 2021, las empresas han anunciado inversiones por un total de más de 200,000 millones en fabricación nacional aquí en Estados Unidos, desde empresas icónicas como GM y Ford que construyen la producción de nuevos vehículos eléctricos hasta Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos más grande de nuestra nación”, dijo el mandatario desde la Casa Blanca.

Biden se abstuvo de mencionar todas las demás empresas relacionadas a vehículos eléctricos, pese a que son compañías que crean empleos, se preocupan aparentemente por el cuidado del medio ambiente y que podrían ser sus votantes. 

El presidente estadounidense se ha autoproclamado un “tipo sindical” y alguien en favor del automóvil, y ha adoptado a los vehículos eléctricos como vitales para sus ambiciones económicas y climáticas. 

La transición a los vehículos eléctricos comenzó con la ayuda de las políticas gubernamentales y ahora está siendo ampliamente adoptada por los consumidores, que tienen cada vez más modelos para elegir. 

Te puede interesar: Unión Europea y Estados Unidos van por industria de semiconductores

“America COMPETES act”

En un nuevo episodio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la Cámara de Representantes adoptó un proyecto de ley para relocalizar en territorio estadounidense los semiconductores, esenciales para la producción de automóviles.

El texto fue votado, por 222 votos contra 210 y busca incrementar la participación estadounidense en el desarrollo de tecnología para competir con los gigantes asiáticos.

 

Bajo este contexto, el “America Competes act” prevé una inversión de 52,000 millones de dólares para revitalizar la industria estadounidense de semiconductores, que actualmente se fabrican principalmente en Asia. 

Los chips informáticos son esenciales para una gran cantidad de sectores y productos que van desde automóviles y teléfonos inteligentes hasta equipos médicos y aspiradoras. Y la pandemia ha provocado una caída alarmante en las reservas de semiconductores.

Made in America

Igualmente, en días recientes la administración Biden exhortó al Congreso a que adopte rápidamente un texto final, con la aprobación de las dos cámaras, con la esperanza de poder presentar estas inversiones durante su discurso de política general del presidente, previsto el 1 de marzo.

Biden recalcó en enero el enorme potencial económico de estos chips. Puso como ejemplo los coches, de los que actualmente el 4% de sus componentes son semiconductores. En el 2030, estos representarán 20% de la fabricación de automóviles. 

Biden quiere que los fabricantes relocalicen la producción en Estados Unidos y aboga por el “fabricado en Estados Unidos” (“made in America”). 

Por su parte, el gigante de chips Intel ya anunció la construcción de dos fábricas de semiconductores en Ohio, antiguo bastión de la producción de acero.

Te puede interesar: PIB de Estados Unidos registra el mayor nivel en 37 años; crece 5.7% en 2021