El presidente Joe Biden planea poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos y dijo que es “hora de que las tropas regresen a casa” desde Afganistán, con lo que espera cerrar 20 años de participación militar, pese a que críticos advierten que la paz no está garantizada. 

En un discurso en la Casa Blanca, Biden estableció el objetivo de retirar los 2,500 soldados estadounidenses que quedan en Afganistán a más tardar el 11 de septiembre, un proceso que comenzará el 1 de mayo. Al salir sin una victoria clara, Estados Unidos se expone a críticas de que está admitiendo de facto un fracaso.

Soy el cuarto presidente a cargo de tropas estadounidenses en Afganistán. Dos republicanos y dos demócratas. No pasaré esta responsabilidad a un quinto,

dijo Biden

“Es hora de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos. Es hora de que las tropas estadounidenses regresen a casa”, dijo.

El 11 de septiembre es una fecha muy simbólica, 20 años después del día de los ataques de Al Qaeda que llevaron al entonces presidente George W. Bush a iniciar el conflicto.

La guerra ha costado la vida a 2,400 militares estadounidenses y ha consumido aproximadamente 2 billones de dólares. El total de tropas estadounidenses en Afganistán alcanzó un máximo de más de 100,000 en 2011.

En una reunión anterior con funcionarios de la OTAN en Bruselas, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que las tropas extranjeras bajo el mando de la alianza en Afganistán abandonarán el país en coordinación con la retirada de Estados Unidos antes del 11 de septiembre, después de que Alemania dijo que sus planes coincidían con los de Washington. 

Blinken también habló por teléfono con el jefe del ejército de Pakistán el miércoles y discutió el proceso de paz, según un comunicado del Ejército paquistaní.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, escribió en Twitter que ha hablado con Biden y respeta la decisión de Estados Unidos. Ghani agregó que “trabajaremos con nuestros socios estadounidenses para asegurar una transición sin problemas”. 

Advertencia a talibanes 

Biden advirtió a los talibanes que su país hará que “rindan cuentas” por su rol en Afganistán tras la salida de las tropas estadounidenses e instó a países como Pakistán a que adopten un papel de apoyo. 

“Vamos a hacer que los talibanes rindan cuentas por sus compromisos de no permitir que ningún terrorista amenace a Estados Unidos o a sus aliados desde territorio afgano”, indicó Biden.

Sin citar a Irán, que comparte frontera con Afganistán, indicó que los países de la región “tienen un significativo interés” en la futura estabilidad de Kabul, la capital de Afganistán.

Pakistán fue históricamente un apoyo para los talibanes, que gobernaron entre 1996 y 2001, y fueron derrocados por la invasión estadounidense tras los ataques terroristas del 11 de septiembre. 

Según un acuerdo negociado por el expresidente republicano Donald Trump, los talibanes se comprometieron a no dar cobijo a Al Qaida ni a ningún grupo extremista, lo que constituyó la razón principal para la invasión de 2001.

Creo que nuestra presencia en Afganistán debería estar centrada en la razón por la cual fuimos en primer lugar: para asegurar que Afganistán no sea usado como una base para atacar nuestra patria. Nosotros cumplimos con ese objetivo,

indicó Biden