La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles que un “cóctel tóxico” de bajas tasas de vacunación y de pruebas de detección está creando un fértil caldo de cultivo para nuevas variantes de COVID-19.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo en conferencia de prensa que el fin de la pandemia “no es una cuestión de suerte, sino de opción”.
Tenemos, a nivel mundial, un cóctel tóxico de baja cobertura de vacunación y muy pocos tests, una combinación ideal para la reproducción e incremento de variantes del coronavirus
añadió.
Esta advertencia tiene lugar tras la aparición de la nueva variante ómicron de coronavirus, que en noviembre provocó pánico a escala global.
De acuerdo con la ONU, ómicron, cuyo código es B.1.1.529, “fue señalado a la OMS por Sudáfrica por primera vez el 24 de noviembre del 2021, en tanto el primer caso confirmado en laboratorio fue identificado a partir de una muestra tomada el 9 de noviembre”.
El viernes la OMS calificó a ómicron como una “preocupación” al más alto nivel.
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Inquieta a los expertos porque presenta muchas mutaciones que, muy probablemente, lo hagan más contagioso y sobre todo potencialmente más resistente a la inmunidad brindada por las vacunas actuales.
Se realizan estudios con el objetivo de determinar si éste es realmente el caso y en qué medida, pero los primeros resultados recién se conocerán en las próximas semanas.
“Al menos 23 países en 5 de las 6 regiones de la OMS han informado sobre casos de ómicron, y esperamos que este número aumente”, prosiguió Tedros.
Hasta ahora se habían detectado cuatro variantes inquietantes: delta, que representa casi todos los casos secuenciados en el mundo, alfa, beta y gama.
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