La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que, luego de tres años, la pandemia de COVID-19 se sigue considerando como una emergencia de salud pública internacional, por lo que la mantiene en un nivel máximo de alerta.
El anuncio por parte del director general del organismo mundial, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llega luego de que el Comité de emergencia determinara que el coronavirus todavía puede tener un impacto representativo en la salud pública.
Lo anterior debido al elevado número de fallecimientos registrados en comparación con otras enfermedades que atacan las vías respiratorias, además de la falta de vacunación en países de bajos y medios ingresos, y la incertidumbre generada por las nuevas variantes.
El directivo compartió la opinión del Comité sobre que la pandemia probablemente se encuentra en un punto de transición, situación por la cual se debe navegar con cuidado para mitigar las posibles consecuencias negativas.
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Elaboración de mecanismos
El Comité recomendó a la OMS consultar a sus asociados e interesados en el tema de la pandemia para que de manera conjunta se elabore una propuesta de mecanismos alternativos para mantener atención sobre el COVID-19.
Asimismo, se pidió a la Secretaría de la OMS que se proporcione una evaluación de las implicaciones normativas para el desarrollo y la autorización de más vacunas, métodos de diagnóstico y medios terapéuticos en caso de que la emergencia finalice en los próximos meses.
También se alentó a la OMS para evaluar y, en caso de ser necesario, acelerar la integración de la vigilancia de COVID-19 en el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe.