Argentina, el cuarto exportador de cereal a nivel mundial, se convirtió en el primer país que aprueba comercializar trigo transgénico.

La Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicet) confirmó la decisión por medio de un comunicado. “Se trata de la primera aprobación en el mundo para eventos de tolerancia a sequía en trigo. Para ser comercializado en Argentina, el evento debe ser aprobado en Brasil, principal mercado histórico del trigo argentino”, indicó el Conicet.

“Evento” se refiere a una modificación genética que da origen a un transgénico, una planta que no se origina en la naturaleza sino que, en este caso, es generada por el hombre.

El desarrollo es de la compañía de biotecnología originaria de Argentina Bioceres SA, que espera que Brasil apruebe su variedad transgénica de trigo HB4 resistente a la sequía antes del inicio de la próxima campaña del cereal, cerca de marzo del 2021.

“Esperamos que prontamente ellos (Brasil) puedan tomar una decisión. Esto lo esperamos antes de la próxima campaña triguera del hemisferio sur, que empezaría el próximo otoño y es un proceso que ya está bastante avanzado”, dijo a Reuters Federico Trucco, gerente ejecutivo de la empresa, aunque el Gobierno brasileño no respondió de forma inmediata a una petición de comentario.

“Aún recibiendo la luz verde, no quiere decir que la compañía (…) inmediatamente lance comercialmente la tecnología. Nosotros podemos esperar a tener otras geografías inclusive incorporadas a las aprobaciones”, agregó el gerente ejecutivo de Bioceres.

Argentina es uno de los principales exportadores de trigo del mundo, pero la mayoría de sus embarques tienen como destino a Brasil. El año pasado, 45% de los 11.3 millones de toneladas del cereal exportados fueron a dicho país.

Aparte de Brasil, otros clientes importantes de Argentina en el mercado de trigo -aunque de menor escala- son Indonesia, Kenia y Tailandia.

En un comunicado, Bioceres dijo que buscará iniciar procesos de aprobación regulatoria en países de Asia y África, como también en Australia y Rusia. La compañía también señaló que ya existen procesos de aprobación del trigo HB4 en Estados Unidos y en Bolivia, un importante cliente de harina.

La manipulación genética ha sido ampliamente aplicada al maíz y la soja para mejorar su productividad. Sin embargo, la aprobación de trigo transgénico ha registrado dificultades debido a que es un grano usado primariamente para consumo humano.

“Al final del día, más allá de las aprobaciones, el éxito de esto va a depender del consumidor, de su nivel de aceptación, de algo que no garantiza ningún Gobierno, que es algo que se gana cada día”, dijo Trucco.

Según el gerente ejecutivo, el uso de HB4 -una tecnología desarrollada por Trigall Genetics, un emprendimiento entre Bioceres la francesa Florimond Desprez- estabilizaría la producción en regiones agrícolas marginales y retendría más carbono en los suelos, en el marco del creciente cambio climático.

Con respecto a la soja transgénica HB4 de Bioceres, Trucco dijo que la variedad resistente a la sequía aún está pendiente de aprobación en China, el principal mercado de la oleaginosa argentina, pero que espera que esta sea autorizada por el país asiático entre fines de este año e inicios del 2021.

De acuerdo con el diario El País, durante el 2019 Argentina aprobó 12 eventos transgénicos, incluidas nuevas variedades de soja, maíz, alfalfa y patata.

Con información de Reuters y AFP