La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) confirmó el hallazgo de moléculas de agua en el lado iluminado de la Luna, lo que incrementa las expectativas para exploraciones prolongadas en el asteroide.
El hallazgo se obtuvo a través del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés) que es un avión de pasajeros Boeing 747SP modificado al que le incorporaron un telescopio de 106 pulgadas de diámetro.
“Teníamos indicios de que H2O, el agua familiar que conocemos, podría estar presente en el lado de la Luna iluminado por el Sol. Ahora sabemos que está ahí. Este descubrimiento desafía nuestra comprensión de la superficie lunar y plantea preguntas intrigantes sobre los recursos relevantes para la exploración del espacio profundo ” dijo Paul Hertz, director de la División de Astrofísica en la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la NASA en Washington.
SOFIA pudo obtener el espectro infrarrojo de las sustancias presentes en la superficie lunar y detectó la presencia de agua molecular o algún compuesto derivado de está, pues aún se desconoce si se trata de agua con composición molecular H2O o si se trata de algún compuesto de Hidroxilo (OH).
Queda pendiente por resolver a qué se debe la presencia de dichas moléculas. Las primeras hipótesis apuntan a los micrometeoritos que caen sobre la superficie lunar, los cuales transportan pequeñas cantidades de agua, que al impactar con la superficie de la Luna podrían depositar el agua.
Otra posibilidad, de acuerdo con la NASA, es que exista un proceso en el que el viento solar del Sol entrega hidrógeno a la superficie lunar y provoca una reacción química con minerales que contienen oxígeno en el suelo y la interacción genera hidroxilo.
De acuerdo con los resultados publicados en la revista Nature Astronomy, el agua encontrada equivale a una botella de agua de 12 onzas (354 mililitros), atrapada en un metro cúbico de suelo, aunque está esparcido por la superficie lunar. En comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó.
“Encontramos que la distribución de agua sobre la pequeña gama latitud es el resultado de la geología local y, probablemente, no es un fenómeno global. Por último, sugerimos que la mayor parte del agua que detectamos se almacena en vasos o en huecos entre granos resguardados del duro ambiente lunar, permitiendo que el agua permanezca en la superficie lunar” indica los resultados publicados en Nature Astronomy.
Establecerse a largo plazo
El hallazgo fortalece las expectativas de la NASA por establecer presencia definitiva en la superficie lunar.
“Queda por determinar si el agua que SOFIA encontró es fácilmente accesible para su uso como recurso. Bajo el programa Artemis de la NASA, la agencia está ansiosa por aprender todo lo que pueda sobre la presencia de agua en la Luna antes de enviar a la primera mujer y al siguiente hombre a la superficie lunar en 2024 y establecer una presencia humana sostenible allí para fines de la década”.
El observatorio continuará dando seguimiento en otras zonas iluminadas de asteroide “para aprender más sobre cómo se produce, almacena y mueve el agua a través de la Luna”, los resultados serán utilizados para crear los primeros mapas de recursos hídricos para las futuras misiones humanas.
“El agua es un recurso valioso, tanto para fines científicos como para el uso de nuestros exploradores. Si podemos utilizar los recursos de la Luna, entonces podemos transportar menos agua y más equipos para ayudar a permitir nuevos descubrimientos científicos” dijo Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la Dirección de Misiones de Operaciones y Exploración Humana de la NASA.