A pesar del dinamismo de las ventas por internet, el gasto de las familias mexicanas, visto desde el comercio minorista, continuó sumergido en un periodo de crisis al alargar su racha negativa durante el cierre del tercer trimestre del año.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ingresos de los establecimientos al por menor cayeron 0.9% a tasa anual en septiembre pasado.
Este resultado significó la cuarta disminución anual consecutiva para el indicador más importante del gasto de los hogares del país, situación que no se observaba desde la crisis sanitaria por la pandemia en 2020.
Este desempeño es preocupante ya que no se registraban cuatro meses consecutivos de retrocesos desde el periodo entre febrero de 2020 a enero de 2021, cuando el comercio al por menor se contrajo durante 12 meses consecutivos por la pandemia
de tallaron analistas de Banco Base en un reporte.
Cae la mitad de giros por menor gasto
De las 22 ramas económicas del comercio minorista, 11 mostraron descensos anuales en sus ventas durante septiembre pasado; la baja más pronunciada se dio en artículos para el esparcimiento, de 18.4%, sumando nueve meses al hilo con contracciones.
Los otros retrocesos importantes fueron en los negocios dedicados a productos textiles, excepto ropa (-10.7%), acumulando 25 meses de descensos, y a bebidas, hielo y tabaco (-5.6%), con tres meses seguidos de caídas.
En tanto, el mayor incremento minorista fue en la venta de artículos exclusivamente a través de internet, de 16.9%, con lo cual alargó su racha a tres meses con variaciones positivas.
El encarecimiento el factor
La baja en el comercio minorista estuvo en sintonía con el repunte de la inflación anual del país, indicador que pasó de 4.45% en septiembre de 2023 a 4.58% en igual mes del año en curso.
Por su parte, la tasa de desempleo, pese a que sigue en bajos niveles, también presentó una tendencia de aceleración en el lapso referido, de 2.70 a 2.74% de la población económicamente activa.
Además, los ingresos por remesas se contrajeron 4.5% anual en septiembre pasado. No obstante, algunos puntos a favor en la demanda interna del país son el alza anual de la confianza del consumidor pasó de 47.1 a 47.4 puntos, y el recorte de la tasa de interés a 10.25%.
Previsiones
De cara al cierre de este año, especialistas de Ve por más (BX+) prevén que el consumo privado encuentre cierto soporte en los bajos niveles de desempleo y el crecimiento en salarios.
No obstante, probablemente el gasto más discrecional pierda algo más de fuerza, respondiendo a la moderación en la creación de empleo formal, en un contexto de bajo crecimiento económico. Además, la inflación en alimentos se mantiene elevada y ello limita el ingreso disponible de los hogares para otras erogaciones
dijeron los expertos del grupo financiero.
Por su parte, aunque seguirían bajando, añaden, las altas tasas de interés pueden restringir todavía el acceso al financiamiento. “Finalmente, las remesas pueden perder vigor si se enfría el mercado laboral estadounidense, si bien su valor en pesos se vería compensado por la depreciación cambiaria”.
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