Desde el inicio de las medidas de confinamiento que se han implementado para contener el ritmo de contagios del COVID-19, 65.1% de los hogares mexicanos ha visto reducidos sus ingresos, de acuerdo con del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana.

La ‘Encuesta de seguimiento de los efectos del COVID-19 en el bienestar de los hogares mexicanos’ (ENCOVID-19) de mayo, arrojó que 65.1% de los hogares declaró ver reducidos sus ingresos desde el inicio del confinamiento, es decir, uno de cada tres hogares reporta una reducción de 50% o más de sus ingresos.

Por lo que ante estas dificultades 23.0% de los hogares han pedido préstamos a familiares o amigos, 17.9% ha dejado de pagar deudas o tarjetas de crédito, 16.6% ha dejado de pagar la renta o servicios (luz, agua, teléfono), y 12.9% ha recurrido a empeñar o vender objetos de valor.

La ENCOVID-19 de abril mostró que uno de cada tres hogares reportaba una pérdida de 50% o más de sus ingresos, que 27.5% de los hogares había visto disminuidas la cantidad y calidad de sus alimentos, y que 32.4% de los individuos de 18 años o más presentaban síntomas severos de ansiedad.

México implementó el distanciamiento social como medida primordial para controlar la pandemia entre el 17 de marzo y el 31 de mayo, por lo que las escuelas de todos los niveles educativos fueron cerradas, se cancelaron eventos públicos, y las actividades económicas no esenciales fueron suspendidas.

Las condiciones anteriores introdujeron distorsiones importantes en el mercado laboral, pues el cierre continuado de múltiples establecimientos y empresas llevó a una pérdida importante empleos y ingresos para millones de familias mexicanas

dice la ENCOVID-19.

Entre los principales resultados están que 81.1% de la población reporta cumplir con las medidas de distanciamiento social y resguardase en su domicilio; aunque sólo 65.5% reportó tener los recursos necesarios para cumplir con esta medida. Entre las causas para no cumplir, las más mencionadas son la necesidad de salir a trabajar o de salir a buscar trabajo (80.4%) o que viven al día (11.4%).

47.7% de los hogares que no tenían recursos para sobrellevar el confinamiento reportaron requerir 5,000 pesos o menos para quedarse en su domicilio.

Adicionalmente, 24.0% de los hogares encuestados se encontraba en situación de inseguridad alimentaria moderada o severa, es decir, contaban con una menor cantidad y calidad de alimentos por falta de recursos económicos. Entre los hogares con menor nivel socioeconómico, este porcentaje alcanzó 44.7%, mientras que en los de mayor nivel socioeconómico era de 4.5%.

“El aumento en el desempleo, la reducción en los ingresos y el aumento en la inseguridad alimentaria, pueden ocasionar un repunte importante en los niveles de pobreza de la población mexicana. Estimaciones de investigadores del EQUIDE, a partir de los datos de la ENCOVID-19 de mayo, sugieren que hasta 76.2% de la población mexicana puede haber caído en pobreza y 20.7% en pobreza extrema”.

Por lo que los especialistas indican que es fundamental que los distintos actores sociales, gobierno, organizaciones no gubernamentales, sector privado y el público en general, emprendan acciones para mitigar los efectos de esta crisis, ya que además, solo uno de cada cuatro hogares declara recibir apoyos que le ayuden a afrontar esta crisis.

75.3% de los hogares reportó no recibir programas sociales o ayudas de gobierno y solo 10.8% declara recibir las Pensiones para el Bienestar y 7.1% las Becas Benito Juárez.

La encuesta se levantó del 6 al 11 y del 20 al 25 de mayo, e incluyó a 1,600 personas de 18 años o más que fueron contactadas a través de su teléfono móvil.