El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría realizando un nuevo ajuste a la política arancelaria que ha implantado en contra de los autos, ya que la Casa Blanca ha informado sobre la próxima firma de una orden ejecutiva para suavizar el impacto de las sanciones.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, las medidas aliviarán algunos aranceles sobre las piezas extranjeras utilizadas para los autos fabricados en Estados Unidos. Además, los importadores quedarían libres del doble arancel por los autos fabricados y por los materiales utilizados para fabricarlos.
El presidente firmará la orden ejecutiva sobre los aranceles a los automóviles más tarde hoy y la publicaremos, como siempre lo hacemos
dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Si bien la información aún no ha sido oficializada, algunos funcionarios ya han confirmado un informe del Wall Street Journal en donde se señala que las firmas que pagarán aranceles por autos ya no deberán realizar desembolsos por otros gravámenes, como los del aluminio o el acero.
A través de un comunicado emitido la noche del lunes, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que el acuerdo es un logro al recompensar a las empresas que fabrican en suelo estadounidense.
¿Cambio de Trump contra los autos llega a tiempo?
Si bien los directores de General Motors (GM), Mary Barra, y de Ford, Jim Farley, han visto con buenos ojos los cambios planificados, existe la interrogante sobre si la corrección llega o no a tiempo.
La incertidumbre provocada por el republicano llevó a que GM retirara su pronóstico para todo el año, a pesar de las buenas ventas y de las ganancias registradas en el primer trimestre del año.
El mandatario estadounidense tiene contemplado poner en marcha sanciones de 25% en contra de las autopartes importadas a partir del 3 de mayo; sin embargo, miembros del sector han advertido sobre una reducción en las ventas y precios más altos si esto se concreta.
La mayoría de los proveedores de automóviles no están preparados para una interrupción abrupta inducida por aranceles. Muchos ya están en dificultades y se enfrentarán a paros de producción, despidos y quiebra. Basta con el fracaso de un proveedor para provocar el cierre de la línea de producción de un fabricante de automóviles
señalaron en una carta conjunta marcas como GM, Toyota Motor, Volkswagen, Hyundai, entre otras.
Con información de Reuters
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