La Casa Blanca contempla solicitar 2,000 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México en el presupuesto fiscal de 2021, una reducción de 3,000 millones en comparación con los recursos pedidos para el año fiscal que comenzó en octubre del año pasado.

La cifra refleja que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, necesita menos recursos para construir un muro a lo largo de la frontera sur del país después de que transfirió fondos al proyecto de construcción desde el Ejército estadounidense.

El mandatario presentó este lunes el proyecto presupuestario, que es en gran parte un documento político que sirve como punto de partida en las negociaciones con el Congreso. 

También solicitó 3,600 millones de dólares para pagar al Pentágono por el dinero tomado de sus cuentas para la construcción del muro tras alegar un estado de emergencia en febrero de 2019.

Aunque el Congreso solo asignó 1,375 millones de dólares el año pasado, Trump desvió 6,700 millones en fondos militares y del Tesoro para sus proyectos fronterizos obtenidos por el Departamento de Defensa y planea desviar 7,200 millones este año.

En enero de 2018, el presidente dijo que requería de un presupuesto total de 18,000 millones de dólares para construir alrededor de 1,561 kilómetros de muro hacia 2027.

Con esas transferencias, la administración ha acumulado la cantidad que Trump solicitó y se calcula que el dinero podría pagar hasta 1,424 kilómetros de cerco fronterizo con el estilo preferido  de Trump, de acuerdo con el Wall Street Journal.

Recortes a programas sociales

El presupuesto total solicitado para próximo año fiscal, de 4.8 billones de dólares, incluye recortes en programas sociales, protección ambiental y asistencia al extranjero, mientras que fortalece la asignación de recursos a la defensa.

La administración de Trump propuso un recorte de 21% en la ayuda al exterior, que quedaría en 44,100 millones de dólares, por debajo de los 55,700 millones del año previo.

El proyecto también reduciría 130,000 millones de dólares el presupuesto en Medicare, 292,000 millones de dólares en programas de cupones de alimentos y Medicaid con nuevos requisitos de trabajo para los beneficiarios, y 70,000 millones de dólares en prestaciones federales por discapacidad.

Además, abandona el objetivo declarado de cerrar el déficit presupuestario en 10 años y recorre la meta a 2035.

En contraste, incluye más de 740,000 millones para gastos de defensa, un aumento de 20% respecto al año anterior, y los recortes de impuestos de 1,500 millones de dólares, que benefician principalmente a los más ricos, se extenderán más allá de 2025, dijo Russell Vought, director interino de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca.

“Vamos a seguir proponiendo este tipo de presupuestos y esperamos que en algún momento el Congreso tenga cierta sensatez fiscal y se una a nosotros en los intentos por hacer frente a nuestra deuda y déficit”, señaló Vought.

Los demócratas dijeron que la propuesta de Trump incumple la promesa hecha en el discurso del Estado de la Unión la semana pasada de “proteger siempre” los planes Seguro Social y Medicare.

“Todos saben que el último presupuesto de Trump está muerto a su llegada al Congreso”, dijo en un comunicado Sheldon Whitehouse, un legislador demócrata de la Comisión de Presupuesto del Senado. “Es simplemente un truco político para satisfacer a los sectores radicales de su partido”.