El impacto de la crisis provocada por el COVID-19 llevó a la economía mexicana a tener en diciembre de 2020 su tasa de desempleo más alta en cinco años, para un mismo mes.

Datos publicados este jueves por el Inegi revelan que la tasa de desocupación fue de 3.8% en diciembre, mientras que en 2015 se situó en 4.3%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN).

El número de personas desocupadas es de 2.1 millones. Este grupo del mercado laboral es el porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA) que no trabajó al momento de realizarse la encuesta, pero que hizo alguna actividad para obtener empleo.

La pandemia provocó una fuerte caída de la actividad real que provocó un importante deterioro del contexto del mercado laboral y es probable que tarde un largo período en recuperar la fortaleza anterior al COVID-19

dijo a Reuters, Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs

Durante junio del año pasado, la tasa de desempleo tocó su nivel más alto en el año y se ubicó en 5.5%. A partir de ese mes se ha ido reduciendo la tasa, resultado de la apertura económica, que al cierre del año enfrentó nuevas restricciones a la movilidad.

En este sentido, Inegi recordó que la tasa de desempleo en noviembre fue de 4.4%. La disminución se dio ante la recuperación de empleos en el sector terciario, que aumentó en 164,000 personas ocupadas, impulsado por el crecimiento en el comercio de 356,000 personas.

En el último mes de 2020, la tasa de desempleo de los hombres fue de 3.9%, y de mujeres 3.7%.

Hasta el cierre de 2020, la PEA se situó en 54.9 millones de personas, desde las 55.4 millones que había en noviembre.

“De los 12 millones de personas que salieron de la PEA en abril, la recuperación se mantiene alrededor de 9.5 millones para diciembre”, agregó.

Subocupación cierra en su nivel más alto

Otro indicador que muestra la debilidad del mercado laboral es el incremento en la informalidad.

Para el cierre de 2020, la tasa de informalidad laboral fue de 55.8%.

Inegi precisó que en total hay 29.5 millones de personas en la informalidad laboral, es decir, aquellos que laboran en micronegocios no registrados, ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin seguridad social y cuyos servicios son usados por unidades económicas registradas.

Mientras que la tasa de subocupación cerró 2020 en su nivel más alto desde 2005, año en que Inegi comenzó a recopilar la información. En diciembre se ubicó en 14.2%.

El número de personas subocupadas es de 7.5 millones, frente a los 8.4 millones que se observaron en noviembre.