S&P Global Ratings confirmó este miércoles sus calificaciones crediticias soberanas de largo plazo de México en moneda extranjera de ‘BBB’ y en moneda local de ‘BBB+’, gracias a la ejecución cautelosa de las políticas fiscales y monetarias de México durante lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

A través de un comunicado, la calificadora precisó que también confirmó su calificación de corto plazo en escala global de ‘A-2’; mientras que su evaluación del riesgo de transferencia y convertibilidad (T&C) se mantiene en ‘A’.

Esperamos que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador siga políticas económicas que deriven en una dinámica fiscal y de deuda estable,

precisó la calificadora.

Destacó que esta perspectiva estable refleja su expectativa de que prevalecerá un manejo macroeconómico cauteloso durante los próximos dos años, a pesar de un contexto mundial más complejo.

Leer más: Mujeres ejecutivas representan una cuarta parte de las empresas del S&P 500

Riesgos en la inversión

Sin embargo, S&P Global Ratings alertó que retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en el diálogo entre los socios del T-MEC sobre el fortalecimiento de la resiliencia de la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos podrían debilitar la inversión y la confianza de los inversionistas, y por ende bajar las calificaciones en los siguientes dos años.

De igual forma alertó que niveles más altos de deuda del gobierno general y de déficits aumentarían los riesgos fiscales asociados con cualquier apoyo extraordinario necesario para las empresas estatales, Pemex y CFE, y también podrían derivar en una baja de las calificaciones soberanas.

En contraparte, afirmó que una gestión política y económica eficaz que impulse la trayectoria de débil crecimiento de México, con un panorama de inversión más dinámica, podría traducirse en un alza de la calificación.

De manera similar, las iniciativas que impulsen la flexibilidad presupuestal, los espacios fiscales, y que amplíen la base tributaria no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes provenientes de las empresas propiedad del gobierno en el sector de energía, podrían mejorar la calidad crediticia,

precisó la agencia.

Sigue leyendo: S&P eleva nota crediticia de Aeroméxico; Moody’s ajusta nota

Calificación se debe gracias a fortalezas en democracia

De acuerdo con la agencia, la calificación otorgada a México a se basó en las fortalezas y debilidades de su democracia y de su marco institucional, que han generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno durante las últimas dos décadas.

Indicó que durante este tiempo el apoyo político a una gestión macroeconómica cautelosa ha apuntalado políticas fiscales y monetarias prudentes y un régimen de tipo de cambio flotante.

Estos aspectos son clave para nuestra evaluación de la calidad crediticia del soberano y han mantenido la confianza de los inversionistas y el acceso a los mercados internacionales de capitales, incluso en periodos de tendencias adversas a nivel mundial,

afirmó.  

La agencia también apuntó a la credibilidad de la independencia de Banco de México y su capacidad para seguir una política monetaria de metas de inflación frente a circunstancias desafiantes.

Consideramos que continuará el compromiso para mantener decisiones sólidas, independientes y oportunas de política monetaria, en medio del repunte actual de la inflación local e internacional,

destacó.

No te pierdas: S&P dice que al final no se va de México; logra acuerdos con la CNBV