Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en Estados Unidos cayeron a 787,000 en la última semana, informó el Departamento del Trabajo este jueves, con lo que hilaron dos semanas a la baja.

Los pedidos nuevos cayeron en 19,000 desde los 806,000 registrados la semana anterior.

Analistas encuestados previamente esperaban que las solicitudes iniciales subieran a 828,000.

Aunque los pedidos semanales de ayuda han caído desde un récord de 6.867 millones en marzo, permanecen de manera obstinada por encima del máximo de 665,000 de la Gran Recesión de 2007-09.

Las solicitudes continuas, es decir, aquellas personas que han recibido beneficios por dos semanas o más, cayeron en 103,000, a 5.219 millones, en la semana terminada el 19 de diciembre.

En total, casi 20 millones de personas sin trabajo o ingresos seguían recibiendo asistencia relacionada con el desempleo en la semana que terminó el 12 de diciembre, según los últimos datos disponibles.

El informe, considerado el dato más actualizado de la salud económica estadounidense, fue consistente con otras débiles cifras económicas recientes, incluida una caída de la confianza del consumidor a un mínimo de cuatro meses en diciembre y declives tanto en el gasto como el ingreso el mes pasado.

El descenso de la semana pasada se explica por la temporada de vacaciones y la incertidumbre que hubo sobre el futuro de los beneficios de desempleo, estimó Nancy Vanden Houden, analista de Oxford Economics.

“Es probable que haya un aumento de la demanda en las próximas semanas, ahora que se han ampliado los programas de emergencia”, prevé.

Millones de desempleados -más de 12 millones, según algunos estudios- que ya no tenían derecho a las prestaciones por desempleo a nivel estatal y que sobrevivían gracias a las medidas de ayuda por pandemia introducidas en la primavera por el gobierno federal, se encontraron sin recursos el día después de Navidad, cuando estas medidas expiraron.

El pago de estas ayudas fue finalmente extendido hasta marzo de 2021, después de meses de duras negociaciones entre los legisladores del Congreso.

Pero el presidente Donald Trump dejó en suspenso la ley durante una semana, hasta que finalmente la ratificó el domingo por la noche, permitiendo que los fondos fueran liberados.

Estos beneficios por desempleo fueron nuevamente extendidos para trabajadores que normalmente no tienen acceso a ellos, como los choferes y repartidores.

Con información de AFP y Reuters