Los triunfos presidenciales de Claudia Sheinbaum, en México, y de Donald Trump, en Estados Unidos, “derribaron” la confianza de la iniciativa privada en el territorio nacional durante el año pasado.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) se ubicó en 53.43 puntos, como promedio, en todo 2024.
Este nivel significó una disminución anual de 2.3%, siendo la primera caída desde 2020 (20.3%), cuando la pandemia paralizó las actividades económicas y sociales no esenciales.
La principal incertidumbre se mantuvo en la percepción de inversión y en la situación económica actual. Hacia adelante, el consenso empresarial se mantendrá cauteloso ante los eventos que pudieran contrarrestar una desaceleración económica y principalmente anuncios sobre el entorno comercial entre Estados Unidos y México
detalla Monex.
Año de elecciones: Sheinbaum y Trump
En su serie mensual, el ICE cayó 7.2% anual en diciembre pasado, con lo que hiló ocho meses con variaciones negativas, es decir, la desconfianza empresarial comenzó en mayo de 2024, un mes antes de la contundente victoria de Morena y sus aliados en el Ejecutivo, el Congreso de la Unión y gobiernos locales.
El triunfo de Sheinbaum Pardo como presidenta de México generó un clima de incertidumbre para la iniciativa privada en el transcurso de los meses, pese a los ambiciosos planes de infraestructura, hídrico y energético que la científica anunció.
A lo anterior se suma que en noviembre, mes electoral en Estados Unidos, el ICE descendió 8.1% anual, una de las bajas más pronunciadas del indicador en el lapso de análisis, que se agudizó con las amenazas de aranceles y de deportación masiva de Trump.
Caen todos los sectores
El ICE se conforma por cuatro sectores económicos: construcción, manufactura comercio y servicios. Todos registraron reducciones anuales en 2024, destacando la baja de 4.3% anual tanto en construcción como en comercio.
Dentro de cada sector hay cinco componentes referentes a la inversión y a la situación económica presente y futura del país y de la empresa. A excepción de las industrias manufactureras, la mayor incertidumbre empresarial, expresada en la caída más pronunciada, se observó en el momento adecuado para invertir.
En tanto, el componente que retrocedió en todos los sectores económicos de México fue el correspondiente a la situación económica presente del país, manifestando la desconfianza que hubo en todo el año pasado.
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