En el horizonte político de México, se vislumbra un choque de perspectivas en las agendas en materia energética de las dos principales candidatas a la presidencia: Claudia Sheinbaum Pardo y Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz. Ambas, comparten el objetivo de liderar el país; sin embargo, mantienen enfoques distintos.
Concluidas las precampañas y ya con sus certificados de candidatas, El CEO ha iniciado una revisión de las declaraciones emitidas por las aspirantes presidenciales respecto al sector energético, esto previo a que hagan de manera pública el paquete de propuestas que ya tienen y del que informarán en los debates de las candidaturas a la presidencia.
Además, se consultó a un grupo de especialistas para realizar un análisis detallado de los planteamientos presentados por las candidatas.
El contacto con la energía
La aspirante de Morena, Claudia Sheinbaum, tuvo contacto con la energía a partir de su etapa como estudiante y profesional. Incluso, como universitaria estuvo en el estado de Michoacán realizando un trabajo de tesis sobre estufas eficientes de leña en la comunidad purépecha de Cheranástico.
Este trabajo de campo le ayudó a lograr el título de física por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y alcanzar los grados de maestra y doctora en la Ingeniería en Energía de la Facultad de Ingeniería de la máxima casa de estudios del país.
Como titular de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, durante el cuarto informe de gobierno correspondiente al 2022, se destacan diversas iniciativas significativas que marcaron la gestión.
El quinto informe, correspondiente al año pasado, no fue contemplado en esta revisión debido a la inclusión de la gestión de Martí Batres Guadarrama, ya que ella renunció para buscar la candidatura.
Ciudad Solar y otros proyectos
Uno de los proyectos emblemáticos durante este periodo fue el denominado ‘Ciudad Solar’, el cual se materializó con la instalación de la planta solar más grande del mundo dentro de una ciudad capital, específicamente en la Central de Abasto (Ceda).
El sitio registra una superficie de 230,000 m2 y genera 25 gwh al año. El impacto ambiental ‘positivo’, según el informe, se refleja en la reducción de aproximadamente 12,404 toneladas anuales de dióxido de carbono, equivalente al consumo de poco más de 28,000 barriles de petróleo.
Además, la administración apostó por la movilidad sostenible, enfocándose particularmente en la electromovilidad.
Como ejemplo, está la implementación de líneas del Cablebús en las alcaldías Gustavo A. Madero e Iztapalapa, siendo la línea 2 la más destacada con una inversión de 3,906 millones de pesos, según datos proporcionados por el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
Se agrega la ejecución de la construcción de la Subestación de Alta Tensión Buen Tono del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, destinada a las Líneas 1, 2 y 3 del Metro, con un presupuesto de 4,437 millones de pesos, en colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Las propuestas
A pesar de las iniciativas energéticas implementadas, Sheinbaum Pardo ha reafirmado su compromiso con la línea trazada por el presidente actual, Andrés Manuel López Obrador.
Un aspecto que ha mencionado es la consolidación de Pemex como eje central en la producción de hidrocarburos y el impulso para aumentar la participación de la CFE.
Este enfoque busca maximizar la producción interna de petróleo y energías tradicionales, respaldando la visión de López Obrador de preservar la independencia del país en este ámbito estratégico, en relación con la continuación de la reforma eléctrica de 2021.
No obstante, la candidata de Morena también ha subrayado la importancia de priorizar la autosuficiencia energética, abriendo la puerta a las energías renovables.
De hecho, la actual secretaria de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, Luz Elena González, ha informado sobre la intención de Sheinbaum Pardo de cambiar el modelo de negocios de las paraestatales, incluso buscando la autosuficiencia.
En su calidad de precandidata, Sheinbaum Pardo ha presentado un postulado de 19 puntos para mejorar el país, destacando el 12 donde aboga por acelerar la transición hacia fuentes de energía limpias.
El punto 19, conocido como el plan C, busca la aprobación de reformas pendientes con López Obrador, incluyendo aspectos energéticos.
Tras recibir la constancia como candidata, Sheinbaum Pardo formalizó el proyecto “El Segundo Piso de la Transformación”, que se centra en cuatro pilares: estabilidad macroeconómica, austeridad republicana y finanzas públicas sólidas, inversión social para reducir desigualdades, y la promoción de inversiones en infraestructura pública.
Respecto al sector privado, se destaca su participación con la American Society, donde expresó su interés en mantener la inversión extranjera y aprovechar las oportunidades derivadas de la relocalización de empresas mediante el impulso de las energías limpias.
¿Oposición energética?
Por otro lado, la candidata del PRI, PAN Y PRD, Xóchitl Gálvez, presenta una visión más abierta y orientada a continuar la reforma energética de Enrique Peña Nieto.
Reconoce los desafíos actuales del país en términos de eficiencia, sostenibilidad y diversificación de fuentes. Su propuesta busca incentivar la inversión en energías renovables, promoviendo la participación del sector privado y la adopción de tecnologías limpias.
Ella es graduada como ingeniera en computación por la UNAM, se destaca como empresaria especializada en edificios inteligentes y verdes a través de su empresa OMEI.
Su trayectoria incluye haber sido jefa delegacional de Miguel Hidalgo, donde implementó proyectos para mejorar los servicios urbanos, incluyendo el acceso a la luz.
Uno de los aspectos más relevantes de su relación con el sector energético es su participación activa como miembro de la Comisión de Energía del Senado.
Como senadora, Xóchitl Gálvez abogó por la inclusión de la energía nuclear en la matriz energética de México. Destacó la existencia de una planta nuclear operativa en el país, Laguna Verde, la cual ha contribuido con el 5% de la energía nacional durante varios años.
Gálvez enfatizó la importancia de considerar la energía nuclear en el debate sobre la reforma eléctrica, argumentando que su generación es tanto limpia como segura. La posición que mantiene la candidata sobre este tipo de generación refleja su visión sobre la diversificación de fuentes de energía para garantizar un suministro confiable y sustentable.
Xóchitl Gálvez ha abogado por la inclusión de este tipo de energía en la discusión pública, subrayando los beneficios medioambientales y su potencial contribución al fortalecimiento del sector energético mexicano.
Reforma energética integral
En el marco de precandidatura, la aspirante del PAN-PRD-PRI ha adelantado que está elaborando un “ambicioso plan” para revitalizar el sector energético mexicano, abogando por la urgente necesidad de mejorar la matriz eléctrica y llevar a cabo una reforma energética integral.
El enfoque principal se centra en potenciar la Comisión Federal de Electricidad (CFE), rescatarla de pérdidas considerables que ascienden a 90,000 millones de pesos y restaurar su rentabilidad.
La candidata propone el aumento de la participación privada en el sector, buscando recuperar las condiciones de apertura jurídicas del pasado sexenio para proporcionar seguridad y fomentar la inversión.
Su visión incluye revertir proyectos que considera problemáticos, como la refinería de Dos Bocas, y modificar el plan de negocios de PEMEX para fortalecer su posición en el mercado.
Frente al sector privado, como la propia American Society, la candidata enfatiza que su propósito no es extinguir a PEMEX, sino transformarlo de manera similar a la brasileña Petrobras, la cual cotiza en bolsa.
La deuda de PEMEX es reconocida como un desafío central, y la candidata busca abordar este problema implementando medidas para garantizar la estabilidad financiera de la empresa estatal.
Crítica el impacto ambiental del fracking y aboga por la contratación de personal capacitado en el sector energético.
Uno de los puntos destacados de su propuesta es la limpieza de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de cualquier indicio de corrupción, garantizando la transparencia y eficiencia en la gestión del sector.
Además, la candidata aboga por la exploración de nuevas fuentes de energía, incluyendo la geotermia y el hidrógeno, como alternativas sostenibles y vanguardistas.
Otra de las propuestas que dio durante su gira de precampaña es la atención prioritaria a los estados no conectados, ilustrada por su visita a la península de Baja California.
Analistas
En relación a Claudia Sheinbaum, el socio de Hogan Lovells, Miguel Ángel Mateo Simón, explicó que esta candidata no presenta un atractivo mayor, ya que no se observa un compromiso claro con la continuidad de la reforma energética de 2013.
La naturaleza política del discurso para el sector de energía de Sheinbaum, es no generar inquietudes entre los inversionistas, pero sin desviarse de la ideología interna. El especialista destacó la cautela de Sheinbaum, pero señala que, desde su perspectiva, no resulta tan abierto como el de Xóchitl Gálvez.
“Veo un discurso bastante político en cuanto a no causar mucho revuelo como los inversionistas, pero tampoco separarse de la ideología interna”, dijo
El socio de Hogan Lovells elogia las propuestas de Gálvez, considerando que estas reflejan un distanciamiento del actual gobierno y un enfoque hacia la modernidad. Dijo que Gálvez presenta ideas frescas y propuestas que apuntan hacia el futuro, lo que, según él, la posiciona como una opción más atractiva desde el punto de vista de la modernización.
Para el director general Clúster Energético de Nuevo León, Amado Villareal González, hay preocupación ante las propuestas de las candidatas presidenciales, ya que no se ha visto que hablen sobre las particularidades y necesidades de cada una.
Dijo que la región noreste, a pesar de contar con un margen de generación superior al consumo, enfrenta desafíos significativos en términos de infraestructura.
Aunque existe cierta disponibilidad en Nuevo León, esta situación se ve amenazada por la creciente demanda generada por proyectos de inversión que requieren obras complementarias e inversiones adicionales, en concreto, con el nearshoring.
Subraya la preocupación por la redistribución de excedentes de energía hacia otras zonas del país, a través del Centro Nacional de Control de Energía, la cual podría afectar la estabilidad del suministro en el noreste.
Puntos necesarios
Pese a las iniciativas, el reto actual es que no se ha tocado cómo ayudar a Pemex, de acuerdo con el coordinador de Energía y Medio Ambiente del IMCO, Oscar Ocampo. Lo anterior ya que la empresa estatal requiere un continuo apoyo, independientemente del ganador de las elecciones.
Sin embargo, el especialista señala que, estas ayudas, deberían estar condicionados a reformas sustantivas en la gobernanza corporativa, se debe reducir el ámbito de operación, priorizar áreas rentables y revisar campos deficitarios, decisiones que podrían ser tanto económica como políticamente costosas.
“Hay un desafío significativo en la presión actual sobre el sistema eléctrico, con una demanda que crece por encima de las previsiones más optimistas”, dijo.
También destacó la importancia de atraer inversiones para incrementar la capacidad de generación, especialmente en energías renovables.
“Hay obstáculos en la resistencia histórica del gobierno a la competencia privada en el sector eléctrico, sugiriendo que esta dinámica debe cambiar para lograr un crecimiento acorde con la demanda”, dijo.
Dos Bocas con operaciones eficientes
En relación al proyecto de la refinería Dos Bocas, Mateo Simón enfatiza que, independientemente de quién gane, la infraestructura debe operar eficientemente.
Reconoció la necesidad de completar la refinería y optimizar la logística para garantizar un funcionamiento eficiente y competitivo en el mercado de gasolina.
El experto en temas energéticos, Ramsés Pech, proyecta desafíos significativos para el futuro director de Pemex en relación con la deuda y la transición energética, señalando que estos problemas no se resolverán antes de 2025 y que alcanzarán su punto álgido hacia 2030.
La mayoría de la deuda de Pemex vence a partir de 2030, planteando interrogantes sobre cómo afrontarán los nuevos directores la tarea de pagar estas fuertes cantidades.
En el contexto de la Transición Energética, Pech resalta que ahora es necesario asignar presupuesto no solo para la operación regular de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, sino también para iniciativas específicas relacionadas con la captura de dióxido de carbono, la reducción de metano y la gestión del calor en ciertos procesos.
Este enfoque, según Pech, requerirá un aumento de entre un 30% y un 40% en el presupuesto asignado a estas instituciones.
El experto sugiere que la administración actual podría trasladar estos problemas al próximo gobierno, y subraya la necesidad de que tanto el gabinete de Xóchitl Gálvez como el de Claudia Sheinbaum consideren de manera más integral a Pemex en sus proyectos de gobierno.
“La atención hacia Pemex no debería ser subestimada, ya que enfrenta retos financieros y operativos cruciales que requerirán decisiones estratégicas y financiamiento adecuado en los próximos años”, comentó.
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