La caída que sufrió el sector servicios en julio pasado prende focos rojos por su gran relevancia en el desarrollo de la economía de México.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reveló que en el séptimo mes del año los ingresos de las actividades referentes a los servicios disminuyeron 0.56%.
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Dicho descenso, además de registrarse tras tres meses consecutivos con crecimiento, representó el peor resultado en los últimos ocho meses.
Gran peso en el PIB
La importancia del sector servicios recae en su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional, que al cierre del primer semestre del año se ubicó en 40%, es decir, por cada 100 pesos producidos, 40 pesos provienen de esta actividad.
La baja de las ventas de los establecimientos de servicios deriva principalmente de la erosión del poder adquisitivo de las familias mexicanas, producto de la todavía elevada inflación, los altos niveles de la tasa de interés y la pérdida de valor en pesos de las remesas por la apreciación de la moneda nacional.
Lo anterior se podría compensar por la continuidad de la desaceleración de los precios al consumidor, la depreciación del peso y los bajos niveles de desempleo.
Prevalece incertidumbre
Por rama económica, 7 de 10 grandes grupos mostraron reducciones en sus ingresos durante julio de este año.
Las caídas más pronunciadas se dieron en servicios profesionales, científicos y técnicos (2.64%), y en servicios de apoyo a los negocios y manejo de residuos y desechos, y servicios de remediación (2.27%).
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Sin embargo, genera más incertidumbre las contracciones en transporte, correos y almacenamiento (2.23%), servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles (2.17%) y servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (0.46%).
Lo anterior, debido al dinámica que juegan en la economía del país. La primera rama corresponde a la logística nacional; la segunda ostenta la mayor contribución de todos los servicios en el PIB, y la tercera se refiera al turismo.