Salario mínimo 2026 pone presión a las Mipymes y acelera el riesgo de informalidad
El aumento al salario mínimo —que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026— podría afectar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), al elevar sus costos de operación y complicar la contratación de personal, lo que podría obligar a los mexicanos a inclinarse por el camino de la informalidad.
Para el 2026 el incremento al salario mínimo será de 13% y equivaldrá a 9,451 pesos al mes, desde los 8,364 pesos mensuales de este año; mientras que, en la frontera norte ascenderá a 13,226 pesos, desde 12,596 mensuales.
Lo preocupante de la situación es que en la economía mexicana, el 95.4% de las unidades económicas son micro empresas que emplean de 0 a 10 personas, y el 4.5% son Pymes que son negocios que emplean de 11 a 250 personas.
En un entorno de desaceleración económica y la incertidumbre que puede generar la revisión del T-MEC, los negocios pueden frenar las decisiones de contratación de personal, pues el aumento del salario mínimo podría orillarlos incluso a recortar puestos de trabajo y ante ese escenario se reforzaría la informalidad.
Entre enero y septiembre de este año se agregaron 599, 234 nuevos empleos informales en México, dando un total de 33 millones de personas en esa modalidad que no goza de prestaciones laborales. En contraste, se perdieron 553, 331 empleos formales en este mismo periodo, dando un total de 26.5 millones de puestos, según el Inegi.

Empleadores cautelosos
Alberto Alesi, director General de ManpowerGroup México, Caribe y Centroamérica, consideró que los empleadores en México están siendo más cautelosos con sus planes de contratación debido a la incertidumbre económica, lo que está influyendo en sus decisiones.
Por otra parte, en palabras de Román Moreno Soto, Profesor de Economía en la FES Aragón UNAM, dijo que el impacto del salario mínimo “no es uniforme” entre los negocios.
Las Mipymes suelen operar con márgenes estrechos y alta informalidad, por lo que un aumento significativo en el salario mínimo puede generar tensiones en su estructura de costos. Sin embargo, es importante cuestionar la narrativa tradicional que asume que todo incremento salarial ‘estrangula’ a las empresas.
indicó Moreno Soto.
Informalidad se combate con políticas
La alta informalidad es un problema que persiste desde hace años en el mercado laboral mexicano. Al respecto, Moreno Soto dijo que si el aumento al salario mínimo se acompaña con políticas de formalización no debería abrir las puertas a la informalidad.
Sin embargo no existen políticas como la simplificación administrativa, incentivos fiscales, seguridad social accesible, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por contar con más contribuyentes.
Decir que subir el salario mínimo ‘genera informalidad’ es culpar al síntoma y no a la enfermedad. La informalidad es estructural: responde a la precarización del empleo, la ausencia de inspección laboral
precisó Moreno Soto.
Los beneficios de aumentar el salario mínimo
Desde la perspectiva del catedrático de la UNAM, un salario mínimo más alto puede ayudar a dinamizar la demanda agregada, ya que los trabajadores con menores ingresos destinan casi todo su salario al consumo local, beneficiando a las mismas Mipymes.
El problema no es el salario en sí, sino la falta de políticas complementarias: acceso a crédito barato, reducción de cargas fiscales regresivas y apoyo tecnológico
indicó el experto.
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