El robo y el secuestro fueron los delitos más cometidos en México. Estos elementos, que abonan a la inseguridad, desincentivan el crecimiento económico del país y la llegada de nuevas inversiones al territorio nacional y que por ende, son el mayor reto para el nuevo gobierno federal.
Durante 2023, se reportó que las personas adultas privadas de la libertad y las personas adolescentes internadas cometieron 327,976 delitos, de acuerdo con el Censo Nacional de Sistemas Penitenciarios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De estos delitos, 20,852 (6.4%) correspondieron al ámbito federal y 307,124 (93.6%), al estatal. Por género, 309,571 (94.4%) los cometieron hombres y 18,405 (5.6 %), mujeres. En comparación con 2022, la cifra total disminuyó 3.8%.
Por entidad, federativa, del total de los delitos en el ámbito estatal, que incluye centros especializados, el Estado de México registró el mayor nivel con 76,086 delitos, que representó 24.8% del total.
Le siguieron la Ciudad de México (43,331) y Jalisco (21,768), en tanto, en la parte baja, con menos de 3,000 delitos, se ubicaron Nayarit, Yucatán, Baja California Sur, Colima, Tlaxcala y Campeche.
Los delitos más frecuentes y la inseguridad
Sobre los delitos que cometieron los hombres privados de la libertad / internados, secuestro fue el más común en los centros penitenciarios federales, con 2,967; el podio lo integran homicidio (2,765 delitos) y privación de la libertad (2,698).
Por su parte, el robo fue el más frecuente en los centros penitenciarios estatales y centros especializados, con 102,215 casos; en segunda posición quedó homicidio con 48,095 delitos, y en tercer lugar, violación con 24,850.
El secuestro fue el delito que más cometieron las mujeres privadas de la libertad / internadas en los centros penitenciarios federales con 548 sucesos, mientras en el segundo escalón empataron con 145 delitos el homicidio y delincuencia organizada.
En los centros penitenciarios estatales y centros especializados, el robo fue el delito con más registros (4,951); entre los principales delitos también estuvieron secuestro, homicidio y delitos contra la salud relacionados con narcóticos (modalidad de narcomenudeo).
Personas privadas de la libertad
Al cierre de 2023, había 233,277 personas privadas de la libertad / internadas en los centros penitenciarios y centros especializados (232,003 adultos y 1,274 adolescentes).
Del total, 212,425 (91.1%) correspondieron al ámbito estatal y 20,852 (8.9%), al federal. Además, por género, 94.3% correspondió a hombres y 5.7% se refiere a mujeres.
La infraestructura penitenciaria nacional se conformó por un total de 331 centros: 14 centros penitenciarios federales, 266 centros penitenciarios estatales y 51 centros especializados.
Estos últimos se destinan al internamiento o semi internamiento de las personas adolescentes, tales como los centros de tratamiento o internamiento, escuelas de readaptación social, comunidades, albergues o cualquier otro con funciones de internamiento.
Limitantes para la economía
En este contexto, la inseguridad es una de las principales limitantes tanto para la actividad económica de México como para el arribo de nuevas inversiones; estas últimas están ante una gran oportunidad por el nearshoring.
Según la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de junio pasado, del Banco de México, los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico del país en los próximos seis meses son:
- La incertidumbre política interna (18% de las respuestas)
- Los problemas de inseguridad pública (14% de las respuestas)
- Problemas de falta de Estado de derecho (10% de las respuestas)
- La ausencia de cambio estructural en México (8% de las respuestas)
- Corrupción (8% de las respuestas)
En cuanto al capital foráneo, durante el primer trimestre de 2024, el monto de nuevas inversiones extranjeras ascendió a 599 millones de dólares, que significó el menor nivel desde al menos el 2006, año que comienza la nueva base de datos de la Secretaría de Economía.
El bajo crecimiento de las nuevas inversiones es un reflejo de que se sigue desaprovechando la oportunidad del nearshoring, debido a la incertidumbre política interna, problemas de gobernanza y la falta de infraestructura de servicios básicos, como electricidad y agua
detalla Banco Base.
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