Durante mayo pasado, la resiliencia del consumo de los hogares se resquebrajó, resintiendo una mayor erosión del poder adquisitivo por la aún elevada inflación y el alto costo financiero.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) disminuyó 0.34% en el quinto mes del 2023.
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Esta caída mensual se dio tras dos meses consecutivos con crecimiento; entre enero y mayo, el IMCPMI registra dos contracciones.
A su interior, el componente de bienes y servicios de origen nacional descendió 0.89%, hilando cuatro meses con variaciones negativas, señal de la debilidad en el gasto de las familias.
En tanto, el consumo de bienes importados aumentó 2.65% en mayo de este año, consiguiendo tres meses seguidos con alzas.
Este tipo de consumo ha recibido un impulso debido a la fortaleza del peso frente al dólar, que amplía la capacidad de la moneda nacional para adquirir bienes del exterior
señala Banco Base.
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Los riesgos
A tasa anual, el consumo privado incrementó 3.0% en mayo pasado, que representó el menor nivel en los últimos 26 meses; cabe señalar que desde febrero de este año trazó una tendencia de desaceleración.
Los riesgos que observa el grupo financiero para la segunda mitad del año en curso son:
- Una mayor erosión del poder adquisitivo de las remesas a causa de la apreciación del peso mexicano
- Incrementos en las presiones inflacionarias
- Una ralentización en la creación de empleo formal debido a un ambiente empresarial menos propicio, incertidumbre política y económica
