Uno de los catalizadores del consumo dentro de la economía mexicana ha sido la captación de remesas familiares con montos históricos este año; sin embargo, la historia parece que cambiará en 2022 ante una desaceleración de la economía estadounidense.

Tan solo de enero a octubre, la captación de remesas asciende a 42,168 millones de dólares, por encima de los 40,605 millones de dólares del año pasado, de acuerdo con los datos de Banco de México (Banxico).

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Desde una visión al interior del país, la directora de análisis sobre precios, economía regional e información de Banxico, Alejandrina Salcedo, considera que las remesas han fungido como catalizador del consumo en las cuatro regiones del país.

Los empresarios señalan que las remesas han favorecido la actividad comercial, es uno de los factores que están viendo que siga permitiendo que los hogares tengan el ingreso disponible para realizar su consumo,

sostuvo Salcedo en la presentación del reporte de economías regionales julio-septiembre de 2021

Los estados que más remesas han captado de enero a septiembre se ubica Jalisco, Michoacán y Guanajuato con un total de 10,537 millones de dólares de un total de 37,350 millones reportados en ese lapso de tiempo.

Remesas cerrarán en más de 50,000 mdp

Banco Base estima que para todo este año las remesas superen los 51,720 millones de dólares.

El fenómeno de un mayor ingreso de dinero por este concepto al país va en línea con la recuperación de la economía de Estados Unidos; así como los paquetes de estímulos que recibieron los ciudadanos para hacer frente a la crisis provocada por el COVID-19, dijo en videoconferencia la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.

Las remesas se han incrementado tanto porque en Estados Unidos se han dado apoyos significativos y porque hay un crecimiento económico alto. La economía ya se recuperó y empezó su proceso de expansión y aunque el mercado laboral tiene un tramo por recuperarse está mejor que el mercado laboral mexicano. En México hay una lenta recuperación que obliga a los connacionales a que envíen dinero a sus familias,

de acuerdo con Siller

La desaceleración

Hacia el 2022, la economía global mostrará un menor dinamismo tras el rebote de este año.

Para poner en perspectiva, la economía de Estados Unidos —principal origen de las remesas— tendrá una expansión de 4.0% en 2022, desde el 5.5% esperado para este año por parte de la Reserva Federal (Fed).

Dentro de la región de América Latina y el Caribe, los flujos de remesas se perfilan a alcanzar un máximo de 126,000 millones de dólares este año, lo que representa un crecimiento del 21.6 % con respecto a 2020, pero para el 2022 el crecimiento sería 4.4%, según un estudio del Banco Mundial.

A nivel global el fenómeno de la llegada de remesas tendría una desaceleración de 2.6%, tras un crecimiento de 7.3% en países de ingreso bajo y mediano.

Con una economía que poco a poco se recupera de la pandemia, el Banco Mundial estima que la pandemia sigue siendo el factor que pueda frenar las remesas a nivel global, aunado al desmantelamiento de los paquetes de estímulos fiscales.

Un resurgimiento de los casos de COVID-19 y la imposición de nuevas restricciones a la movilidad plantean los principales riesgos de que las perspectivas referidas al crecimiento mundial, el empleo y los flujos de remesas a los países en desarrollo no se materialicen,

según el organismo internacional