Los aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio que firmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ponen en una situación complicada a la industria de autopartes mexicana.
Pero, ¿cuál es la región del país que se vería más afectada?
Por monto, la zona norte de México registraría el mayor impacto, pues según datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA), la producción en dicha región ascendió a 48,926 millones de dólares en el acumulado a noviembre del año pasado.
Le sigue la región del Bajío, con una producción de 40,879 millones de dólares y, con un menor valor, la zona centro con 17,677 millones.
(Los impactos serían) aumento de costos en las cadenas de suministros; desaceleración del nearshoring e inversión extranjera; caída de las exportaciones y de la participación del sector automotriz en el PIB manufacturero; riesgos para el empleo en México y EUA, y distorsión del T-MEC y perdida de la competitividad de la región de Norteamérica frente a Europa y Asia
detalla la INA.
Los principales productores de autopartes
Por entidad federativa, el principal productor de autopartes fue Coahuila con 16,748 millones de dólares en los primeros 11 meses de 2024, mientras que la segunda posición la ocupó Guanajuato, con 15,576 millones.
El podio lo completó Nuevo León al producir 14,416 millones de dólares de autopartes; también destacan en la parte alta Chihuahua, Querétaro, San Luis Potosí y Puebla.
Mientras que los mayores aumentos anuales se dieron en Yucatán, Zacatecas, Guanajuato y Nuevo León, con tasas superiores a 6%; al otro extremo, las caídas más pronunciadas fueron en el Estado de México, Tlaxcala, Coahuila, Jalisco y Morelos.
Lo anterior manifiesta que la aplicación de aranceles al acero y aluminio, así como la amenaza de gravar los automóviles, quitaría dinamismo a las entidades con variaciones positivas, pero perjudicaría más a aquellos estados con disminuciones.
Preocupación
Para Moody’s Ratings, si el próximo mes se imponen los aranceles de Estados Unidos del 25% sobre todos los productos provenientes de México, habría consecuencias muy importantes para el sector automotriz mexicano.
El efecto de los aranceles y represalias se extendería más allá de las cifras directas del comercio entre Estados Unidos y México, dado que los insumos intermedios para el ensamblaje y procesamiento se trasladan de un país a otro dentro de las industrias manufacturera, automotriz y tecnológica
explica la agencia.
Añade que un arancel del 25% a las importaciones mexicanas de automotores haría que estos productos fueran menos competitivos en el mercado estadounidense.
En la cadena de suministro altamente integrada del sector automotor de América del Norte, los aranceles reducirían la demanda, disminuirían la producción y provocarían la pérdida de puestos de trabajo
expone Moody’s Ratings.
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