Uno de los principales retos en la propuesta de reforma fiscal que se presente en este año, es cómo se financiarán las necesidades de sectores como salud, educación y medio ambiente, las cuales podrían ascender a más de 500,000 millones de pesos.
El pasado martes, se llevó a cabo la segunda reunión del Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria de la Cámara de Diputados en la que participaron legisladores y especialistas en finanzas públicas para explicar las restricciones del gasto público y cuánto se necesita en cada rubro.
Actualmente, del Presupuesto de Egresos de la Federación, el 27% se lo lleva el gasto no programable, es decir gastos ineludibles como el costo financiero de la deuda, y el resto se destina a gasto programable donde se concentran los recursos para programas sociales, explicó Adriana Hernández Hortiales, secretaria técnica del grupo de trabajo.
Alrededor del 9% del presupuesto es lo que queda disponible y para este año, dicho porcentaje se distribuye de la siguiente manera: 32% para inversión en proyectos como la refinería Dos Bocas y el Tren Maya, y el 68% a gasto corriente para programas como Sembrando Vida y temas de salud
dijo Hortiales
Este es el espacio que aparentemente se tiene para atender las reformas que se van a hacer y para atender las necesidades principalmente de salud y de educación, detalló la especialista en finanzas públicas.
Salud, educación y sistema hídrico, prioridades
En el caso de salud, Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP) comentó que se requieren al menos tres puntos adicionales del PIB para completar los recursos que requiere este sector.
Los gastos que son recurrentes como salud se deben financiar con ingresos recurrentes. Necesitamos siete u ocho décimas del PIB al menos para que el sistema de salud no se nos salga de control
planteó Villarreal
Otro aspecto que se debe atender es el gasto de infraestructura en educación, especialmente con el regreso a clases. El director del CIEP expuso que para este regreso a clases se requieren 50,000 millones de pesos para invertir en bebederos, baños, lavaderos y electricidad.
El director del CIEP también enfatizó el problema de infraestructura hídrica que vive el país. En 2013-2014 se gastó en ello 0.25% del PIB; en 2016-2017 fue 0.16% y en 2018-2018 se redujo hasta 0.06% del PIB.
“Con este gasto no estamos logrando cubrir el mantenimiento del sistema hídrico, a pesar de los problemas que tenemos con el crecimiento de la población y los problemas que representa el cambio climático”, dijo Villarreal.
Se reduce el gasto per cápita de educación
Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, comentó que el gasto per cápita en educación se ha ido reduciendo cada año.
Se requiere al menos medio punto del PIB para atender el gasto por cada alumno considerando las nuevas necesidades con el regreso a clases, comentó.
De la Torre criticó el aumento de la pensión universal que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues esto implicará que se destinen menores recursos a otros rubros como educación y salud.
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— Cámara de Diputados (@Mx_Diputados) April 27, 2021
Déficit para el cuidado del medio ambiente
Enrique Provencio, investigador del programa universitario de estudios del desarrollo en la UNAM criticó el déficit que se está teniendo en temas del cuidado del medio ambiente.
Los costos de degradación ambiental se aproximan a 4% del PIB y el gasto total de todo el medio ambiente para 2021 apenas sobrepasa el 0.1%, es decir, no hay nivel de comparación y dada la situación fiscal no es posible cubrir los costos de degradación
comentó Provencio
Coincidió con el director del CIEP en cuanto a la urgencia de atender la infraestructura hídrica del país. “El gasto de infraestructura hídrica debe recuperarse y estar por lo menos en 55,000 y 66,000 millones de pesos, lo que daría un cambio indiscutible”.
Provencio también enfatizó en recuperar el gasto de áreas naturales protegidas, pues ha sufrido ajustes muy drásticos al igual que los gastos de proyectos forestales.