El Banco de México (Banxico) decidió por mayoría descender en un cuarto de punto porcentual su tasa de interés de referencia a 10.75%. Los subgobernadores disidentes, Jonathan Heath e Irene Espinosa, mencionaron en las minutas que el movimiento resta credibilidad al banco central.
El subgobernador Heath consideró que la decisión de reducir la postura monetaria resta credibilidad a Banxico ante el hecho de que la inflación general ha aumentado en los últimos cinco meses a 5.6% en julio.
Votar a favor de reducir la postura monetaria en este momento, ante un elevado déficit fiscal y una todavía no confirmada debilidad de la actividad económica, mientras nos ubicamos lejos de nuestras metas, pudiera interpretarse como prematuro mientras no aseguremos que vamos por el camino correcto sustentado en datos más firmes.
Heath Constable añadió que el régimen de política monetaria que adoptó el Banco de México “buscó eliminar la dominancia fiscal y enfocar nuestros esfuerzos prioritariamente en la estabilidad de precios”.
Agregó que la trayectoria de Banxico sobre la inflación subyacente para los próximos ocho trimestres “es sumamente optimista y carece de credibilidad. Los datos actuales de inflación y sus expectativas de mediano plazo simplemente no sustentan esta decisión”.
El banco central prevé que la inflación general y subyacente toquen el 3% a tasa anual en el cuarto trimestre del 2025. Para este año, la inflación general cerraría en 4.4% y la subyacente en 3.9%.
Banxico no debe de apresurar el descenso
La subgobernadora, Irene Espinosa, dijo que ante el complejo panorama inflacionario no se debe de apresurar un ajuste en la postura monetaria. “Un recorte en la tasa minaría la credibilidad Banxico frente a su compromiso con el mandato constitucional de mantener la estabilidad de precios”.
Agregó que “es imperativo mantener cautela y favorecer un enfoque de administración de riesgos, en beneficio de la credibilidad” de Banco de México.
Explicó que la inflación general continuó aumentando al hilar cinco incrementos consecutivos en julio y alcanzar niveles no vistos en más de doce meses, alejándose de nuestra meta de 3%.
Nuestros pronósticos han tenido que ajustarse nuevamente al alza; la inflación subyacente disminuye cada vez más lentamente; los elevados niveles de la inflación no subyacente persisten y es probable que se mantengan por encima de lo previsto en nuestros pronósticos,
dijo en las minutas.
Mencionó que las expectativas de inflación continúan por encima de sus pronósticos y no muestran signos de inflexión. El balance de riesgos se mantiene sesgado al alza y hacia delante, la volatilidad cambiaria podría exacerbarse por factores internos y externos.
Condiciones apropiadas
Un miembro de la Junta de Gobierno argumentó que el análisis de la evolución del panorama inflacionario indica que las condiciones que son apropiadas para una moderación en la restricción monetaria.
Enfatizó el notorio avance “en la reducción de la inflación subyacente, que refleja mejor la tendencia de mediano plazo de la inflación, así como la perspectiva de que este componente siga descendiendo”.
Señaló que debe tomarse en cuenta la naturaleza de los choques que han presionado al alza al componente no subyacente y a la inflación general. Reiteró que los efectos tienden a disiparse relativamente rápido, por lo cual la inflación general retomaría una trayectoria a la baja en los siguientes meses.
No posponer disminuciones
Otro miembro comentó “que es necesario no posponer disminuciones” en la tasa de interés que son consistentes con el escenario central pues se correría el riesgo de manejar la política monetaria de forma rezagada, con costos innecesarios para la economía.
Añadió que un enfoque de gradualidad permite reconocer los avances en el proceso desinflacionario, al tiempo que se continúa atendiendo de manera responsable los retos que prevalecen.
Otro miembro de la junta dijo que, ya tomando en cuenta un ajuste en la tasa de interés, se tendrá una posición adecuada y consistente con las presiones esperadas en la inflación.
Mencionó que las pausas de mayo y junio permitieron evaluar tanto el proceso desinflacionario como el funcionamiento de los canales de transmisión. Además de que la restricción monetaria debe valorarse también en términos de su duración, la cual está por cumplir dos años.
El miembro de la junta de gobierno de Banxico expresó que la postura monetaria debe ser lo más eficiente posible para consolidar la desinflación y procurar un ajuste ordenado de la economía y de los mercados.
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