La rápida adopción de los programas de la Secretaría de Bienestar provocará que su presupuesto crezca en casi 10,000 millones de pesos para cumplir con sus obligaciones en el ejercicio 2020, y para 2024 necesitarán al menos 46,000 millones más si se quieren alcanzar las metas propuestas por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los especialistas consideran que será complicado encontrar espacio en el presupuesto del próximo año, y para finales del sexenio será prácticamente imposible sin cambios importantes.
El punto es que no tenemos el espacio fiscal. No tenemos un colchón, digamos, para tener este crecimiento en las transferencias que se le está dando al beneficiario. Hay de tres: se endeuda, focaliza los recursos o empieza a bajar las transferencias. No veo por otro lado cómo sostener este ritmo de entrega de recursos
Alejandra Macías, directora de investigación del CIEP
Macías consideró que, pese a los reportes de la propia Secretaría de Bienestar, es importante revisar también los trimestrales de Hacienda, en los que se observa un subejercicio en todas las Secretarías, lo que quiere decir que planearon gastar el presupuesto de una manera que no están logrando.
Parte de estos retos de ejecución pueden venir, por ejemplo, de cifras ambiciosas al inicio de la administración: la Secretaría de Bienestar reportó la intención de alcanzar a 8.5 millones de personas mayores a 68 años, e incluso dijo haber alcanzado ya a 7.5, a pesar de que la Comisión Nacional de Población sólo proyectaba siete millones 144,684 personas en este rango de edad a principios de año.
Enrique Díaz-Infante Chapa, director especialista en Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, explicó que los ingresos del país están por debajo del promedio de la OCDE y se ha aumentado el gasto corriente a partir de recortes presupuestales, lo que no alcanza incluso con los ahorros por concepto de corrupción que presume el gobierno federal.
Lo que le puede pasar a López Obrador es un poco lo que pasó (en Brasil): implementaron sus programas sociales y los ingresos no crecieron en la medida(…) Lo malo de estos programas es que llegan para quedarse y no son programas donde generes capacidades para que la gente se integre al mercado laboral, entonces tienen un reto de sostenibilidad
Enrique Díaz-Infante Chapa, Director Especialista, CEEY
Díaz-Infante Chapa reconoció que una reforma hacendaria podría facilitar un aumento presupuestario, aunque el alza de 57,000 millones para Secretaría de Bienestar sigue resultando alto.
Además, consideró que una modificación de esta naturaleza estaría mejor servida por un sistema de seguridad social universal que abarque salud, educación y pensiones universales generales; y no por la actual implementación de programas sociales.
Sobre la asignación de presupuesto el diputado Ignacio Benjamín Campos Equihua, secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la cámara de diputados, consideró que los ahorros por concepto de huachicol y corrupción serán suficientes para el aumento necesario el próximo año, aunque no se aventuró a pronosticar ejercicios posteriores.
Sí vemos con algo de preocupación ese crecimiento exponencial (en la curva de adopción), pero tenemos que ser muy responsables a la hora de aprobar el presupuesto, y para eso tendremos reuniones con secretarios de Hacienda para que nos den el informe. Hasta el momento todas las dependencias traen subejercicio y también queremos saber dónde está ese recurso
Ignacio Benjamín Campos Equihua, secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública