Durante junio, los productores mexicanos continuaron resintiendo los elevados precios en los energéticos, derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania.
El Índice Nacional de Precios Productor (INPP), analizado desde la producción total, reportó en el sexto mes del 2022 un crecimiento de 10.52% respecto de mayo pasado.
Dicho nivel significó la tasa más elevada desde marzo del 2017, cuando se ubicó en 10.67%, es decir, en más de un lustro, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La presión que viven los productores del país nace de la invasión rusa en Ucrania, que encareció las materias primas como el petróleo, granos, fertilizantes e insumos para la construcción.
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Daño sectorial
La subida de precios impactó en mayor medida a los sectores económicos de México que más dependen de la importación de estos insumos: minería petrolera, construcción y actividades primarias.
En el caso de la minería petrolera, fue el sector que registró el mayor incremento en el INPP, de 39.25%, logrando hilar un año y medio con alzas de doble dígito.
De hecho, la mayor incidencia en la tasa de inflación del productor provino de los aumentos en precios de petróleo crudo y el gas natural.
De modo que los energéticos siguen siendo responsables por una gran parte de las presiones inflacionarias
aseveró el grupo financiero Banco Base en una nota informativa.
Encarecimiento en cimientos
El segundo sector con el incremento más elevado del INPP fue la construcción, con una inflación anual de 15.35%, resultado con el que presentó 14 meses con crecimientos al doble.
Los elevados precios de la construcción se originan porque los costos de los materiales para el sector, como el acero, continúan al alza a causa de problemas de abastecimiento interno y externo.
Este encarecimiento se trasladaría al consumidor elevando los precios de viviendas e inmuebles, como consecuencia de que es más costoso construirlos.
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Campo y turismo
Mientras el tercer sector con el mayor ascenso del INPP fue el referente a agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, con una inflación anual de 14.89% en junio.
Con esta variación en las actividades primarias se presentaron 11 meses consecutivos con tasas de doble dígito.
Los trastornos en el suministro global, derivados de la invasión rusa en Ucrania, encarecieron granos y fertilizantes para los productores mexicanos.
Aunque también se refleja por una mayor demanda tras los estragos de la pandemia de COVID-19, elemento que impactó con más fuerza en servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, con una inflación de 10.88%.
Este sector, relacionado directamente con el turismo, el cual fue el más castigado por la emergencia sanitaria, fue el cuarto con el mayor crecimiento en los precios al productor.
