El consumo de los tamales en el Día de la Candelaria es una tradición de cada año en México, sin embargo, el negocio de este alimento de maíz no logró esquivar la inflación al alza del mes de enero.
Los clásicos tamales de hoja de maíz pasaron de costar 14 a 17 pesos en el canal tradicional, lo que supone un incremento de 22.55% en este alimento, de acuerdo con un estudio de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
El encarecimiento de este alimento, que dentro de sus presentaciones más comunes se encuentran el de salsa verde, rajas y/o dulce, también se observó en las franquicias, con un aumento de 30%, mientras que en los supermercados el precio se elevó 24.68%.
Apenas en la primera quincena de enero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un avance de 0.46%, ubicándose en 7.94% anual, el nivel más alto desde la primera quincena de noviembre, cuando se situó en 8.14%.
En comparación con el mismo periodo de 2021, la inflación también fue superior al 7.13% de la primera quincena de enero del año previo.
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Casi un tercio de mexicanos come tamales durante la semana
Un estudio de Kantar mostró que los tamales se consumen tanto en el desayuno como en la cena de las familias mexicanas, donde se concentran más del 85% de las ocasiones de consumo dentro del hogar.
Al ser un platillo típico mexicano que se encuentra dentro de la dieta de las familias, los tamales se consumen más conforme se acerca el fin de semana, siendo el atole el acompañante principal de este alimento de maíz.
De acuerdo con el estudio, los niveles socioeconómicos bajos son los que están haciendo crecer el consumo de este dúo. Los adultos de más de 50 años son los que adquieren más este alimento de origen precolombino.
Por otro lado, los niños de hasta 13 años y jóvenes de 19 a 24 años son los que aumentaron su consumo de la bebida caliente.
Respecto a las razones de consumo de los tamales en las familias mexicanas, el gusto por su sabor encabeza el argumento de su consumo, además de incrementar su relevancia año con año.
Otras razones de los mexicanos es porque buscan algo diferente para desayunar y porque los han comprado previamente y los tienen disponibles en el hogar; en el caso del atole, se mostró que es la bebida preferida en los climas fríos.
