Los despidos en Estados Unidos se están reduciendo, pero millones de personas que perdieron sus trabajos por el COVID-19 siguen solicitando ayuda por desempleo, lo que sugiere que el mercado laboral podría demorar años en recuperarse de la pandemia, incluso cuando las empresas reanuden las contrataciones.
Los pedidos iniciales de ayuda estatal por desocupación bajaron a una cifra desestacionalizada de 1.542 millones en la semana al 6 de junio, desde los 1.897 millones de la semana previa, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Economistas consultados por Reuters calculaban 1.55 millones.
Pero las solicitudes continuas ascendieron a 20.929 millones en la semana terminada el 30 de mayo, el dato disponible más reciente, una cifra alta, aunque por debajo de los 21.268 millones de la semana anterior.
Este reporte se da tras la sorpresiva creación de 2.5 millones de empleos en mayo y refuerza la visión de que lo peor de la crisis ha pasado, aunque los beneficiarios del subidio por desempleo aún son más del doble del máximo registrado durante la crisis de 2007-2009.