La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, indicó que el panorama económico mundial no es tan malo como se temía hace un par de meses, “pero menos malo aún no significa bueno”.

Durante un panel en el marco del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, la directiva destacó una baja en la inflación mundial y que se  espera un impulso al crecimiento mundial una vez la reapertura de China se consolide.

Georgieva subrayó que el FMI tiene proyectado un crecimiento de 4.4% para el gigante asiático durante este 2023, por encima de la estimación para el crecimiento mundial, de 2.7%. 

Pese a las mejoras registradas, destacó que existen diversos riesgos, algunos de ellos provenientes del propio crecimiento de China. Ejemplo de ello son precios más altos para el petróleo y el gas y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, situación que daña la confianza, principalmente en Europa. 

Los mercados laborales también se encuentran en la mira de Georgieva, ya que podrían perder parte de su rigidez actual.

Tenemos que pensar en un posible aumento del desempleo en un momento en que el espacio fiscal en los gobiernos es muy reducido, no hay mucho que puedan hacer para ayudar a la gente. Y, sin embargo, se verían presionados para hacerlo

señaló la dirigente del FMI.

Leer más: Crecimiento económico tocará fondo en 2023 y se recuperará en 2024, estima el FMI

Un llamado al realismo

La presidenta del FMI hizo un llamado a las empresas y a los responsables políticos de no pasar de un pesimismo radical a un optimismo radical, sino mantenerse “en medio del realismo que parece servir bien al mundo”. 

Asimismo, pidió luchar contra la fragmentación económica mundial.

Si observamos las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, la forma en que manejamos la seguridad de las cadenas de suministro tendrá una gran importancia en nuestras futura perspectivas de crecimiento

señaló.

Si la diversificación de las cadenas de suministro para fortalecerlas se hace de manera “racional” y colaborativa, puede costar 0.2% del PIB, dijo.

Eso podría aumentar a una pérdida del 7% del PIB, lo que equivale a 7 billones de dólares, “si somos como un elefante en una tienda de porcelana y destrozamos el comercio que ha sido un motor de crecimiento durante tantas décadas”.

Entonces, gran parte de si podemos levantar el optimismo depende de las personas en esta sala. Sea pragmático, colabore, haga lo correcto, mantenga la economía global integrada para el beneficio de todos nosotros

agregó Georgieva.

Para más información visita nuestro canal de YouTube

Con información de CNBC