Será necesaria la participación de inversionistas privados para la construcción de los proyectos de la próxima administración federal, liderada por Claudia Sheinbaum, dijo un vocero de Moody’s. Esto tomando en cuenta las finanzas federales y previsiones de crecimiento actuales.

En conferencia, el director Credit Analyst de Moody’s Local México, René Robles, mencionó que no hay muchos detalles sobre cuáles serán las fuentes de financiamiento de los proyectos propuestos por Sheinbaum. Sin embargo, posiblemente haya una mayor participación privada en comparación con la administración anterior.

Por ejemplo, el tema de los trenes de pasajeros. Hay un plan para que en el próximo sexenio se desarrollen siete líneas que ya van a ser concesiones, entonces ahí habrá una participación de privados

dijo el especialista.

Robles contrastó que la presidencia de Andrés Manuel López Obrador se caracterizó por financiar proyectos con presupuesto federal y una participación privada limitada.

¿Qué infraestructura desarrollará el gobierno?

Moody’s nombró como ‘agresivo’ al programa de infraestructura del próximo gobierno, por lo que recalca la necesidad de la inversión privada. Entre los proyectos transexenales, está la conclusión del Tren Maya, el funcionamiento del Corredor Interoceánico y el fortalecimiento de conectividad del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Adicionalmente, se buscará al construcción de 14 tramos de la red nacional de carreteras y la modernización de 3,000 kilómetros de caminos rurales. Asimismo, planea construir o ampliar diez terminales portuarias y cinco aeropuertos.

Respecto a los trenes, Claudia Sheinbaum ha mencionado los planes de rutas entre México-Coatzacoalcos, México-Nuevo Laredo o Manzanillo-Irapuato, más otras cuatro. Aparte, hay necesidades en el plano de la infraestructura hídrica para el suministro de los estados.

Los retos financieros de Claudia Sheinbaum

Por otro lado, la directora-Credit Analyst de Moody’s, María del Carmen Martínez Richa, explicó que el próximo gobierno federal enfrentará tres retos institucionales. En primer lugar, está la el uso del Fondo de Estabilización, que ahora tiene únicamente 12,000 millones de pesos disponibles y limita su aprovechamiento.

La analista indicó que el apoyo a Pemex continuará como un reto para las finanzas federales. Esto se debe a que los apoyos otorgados podrá afectar las participaciones federales a estados y municipios, ya que se le beneficia a través de figuras como el diferimiento del Derecho de Utilidad Compartida (DUC).

En el mismo sentido, mencionó que posiblemente llegue alguna discusión sobre la Ley de Coordinación Fiscal y la Ley de Disciplina Financiera, las cuales podrían tener un impacto.

Adicionalmente, identifican la necesidad de realizar inversión pública para el crecimiento regional por el fenómeno del nearshoring ya que que existe la posibilidad de que disminuya la liquidez.

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