La calificadora Moody’s dijo este martes que las expectativas de crecimiento económico del PIB en el horizonte de mediano plazo para México continúan deteriorándose por el impacto de la pandemia de coronavirus en 2021.
“La pandemia ha exacerbado las tendencias negativas de crecimiento que se habían hecho evidentes en 2019 y que persistirán más allá de 2020”, dijo en un comunicado la agencia, que proyectó un aumento de un 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año.
La firma, que mantiene la calificación crediticia del país en Baa1 con perspectiva negativa, también cuestionó los supuestos establecidos en el Presupuesto para 2021 aprobado por el Congreso local, pues aseguró que subestima los ingresos.
Añadió que la respuesta del gobierno a la pandemia ha sido limitada en el apoyo para empresas y hogares y, por lo tanto, ha hecho poco para contrarrestar el impacto económico, lo que dificulta su capacidad para recuperarse más rápido.
La segunda mayor economía de Latinoamérica entró en una recesión -aunque leve- incluso antes de la pandemia de coronavirus.
Moody’s añadió que el presupuesto para este ejercicio se basa en una previsión optimista de un crecimiento de 4.6%, sobreestimando, por un lado, los ingresos del gobierno provenientes de la producción de petróleo, y subestimando el apoyo que requerirá la endeudada petrolera estatal Pemex.
“Para cumplir con sus metas fiscales para 2021 y cubrir el apoyo subestimado relacionado con Pemex, esperamos que el gobierno reasigne recursos dentro del sector público”, dijo la agencia calificadora.
Moody’s advirtió que el continuo deterioro de Petróleos Mexicanos (Pemex) en su situación financiera y operativa afectará la fortaleza fiscal del soberano.
En diciembre pasado, Moody’s dijo que una mejora en la nota crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) es improbable dado el panorama negativo de la calificación soberana del país y otros desafíos que enfrenta la firma que dirige Octavio Romero.
Su métrica crediticia para una de las mayores petroleras de América Latina seguirá siendo débil en el futuro inmediato, explicó la calificadora en una actualización semestral, citando los bajos precios del petróleo, la carga de la deuda de Pemex y la baja inversión.
Además, dijo que el análisis de la nota de Pemex -actualmente en “Ba2”- incluye la suposición de que la firma continuará recibiendo apoyo del gobierno en caso de que sea necesario.
La calificación “Ba2” se ubica, dentro de la escala de Moody’s, dos niveles por debajo del grado de inversión. La perspectiva de la petrolera es negativa.
Debido a que la nota crediticia de Pemex depende en gran medida del apoyo del gobierno de México, un cambio en nuestros supuestos sobre el apoyo del gobierno y su puntualidad podría llevar a una baja de la calificación de Pemex
advirtió Moody’s.