La calificadora Moody’s ve más presiones a la baja para la perspectiva crediticia de México, en medio de los apoyos que el gobierno federal se ha comprometido a hacer a Pemex, aunque descarta que México pierda el grado de inversión en los próximos años.
La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha propuesto acelerar el crecimiento inclusivo con diversos programas sociales, así como mantener la estabilidad de las finanzas publicas, sin embargo, ante la debilidad financiera de Pemex también se ha comprometido a ayudarla.
Se les ha añadido una tercera presión, que es la necesidad de apoyar a Pemex, va a ser muy complicado para el soberano poder hacer las tres cosas, va a tener que escoger dos, a menos que anuncie medidas para aumentar el ingreso del gobierno, bien sean medias tributarias, de tal manera que puedan caber las tres prioridades
dijo en conferencia telefónica Jaime Reusche, analista soberano de la agencia calificadora Moody’s.
Comentó que, “sin lugar a dudas, para este año vemos presión para la perspectiva de la calificación del soberano, donde va a ser crítico, darles a las autoridades la oportunidad de contestar”. Reusche indicó que en las próximas semanas se reunirán con funcionarios del gobierno para transmitirles los puntos que les preocupan y conocer las medidas que implementarán.
Actualmente, la calificación crediticia de Moody’s para México es de “A3” con perspectiva “estable”. Con esto, está cuatro escalones arriba de perder el grado de inversión.
Reusche indicó que, en estos momentos, el apoyo financiero del gobierno a Pemex es uno de los principales factores de presión para la perspectiva crediticia de México, dado que afectará las finanzas públicas del país, sin embargo, en estos momentos las condiciones para que Pemex acuda a los mercados para levantar financiamiento se han encarecido y son poco convenientes.
“Los mercados lo que buscan es un apoyo forzoso del soberano (a Pemex), que sea cuantioso, que los ayude a costear todas sus necesidades de financiamiento, tomando en cuenta todo este plan de inversiones, con una reducción en la carga tributaria, que te deja un hueco en las finanzas públicas y tendría que cubrirse”.
Los ingresos que Pemex aporta al gobierno federal representan 2% del Producto Interno Bruto (PIB), los cuales podrían dejar de recibirse si el soberano implementa medidas para obtener mayores ingresos tributarios, de lo contrario, las finanzas públicas se verían comprometidas.
“Con todo y ese escenario vemos la calificación del soberano en el grado de inversión”.
Reusche agregó que un punto negativo para Pemex es la intención de construir una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, ya que esto aumentaría las necesidades de los requerimientos financieros de la petrolera.
Por otro lado, Moody’s ve como otro factor negativo el discurso mixto del gobierno de López Obrador hacia la inversión privada tanto local como extranjera, e indicó que el crecimiento no se acelerará si no cuenta con el factor de la inversión.
Por lo pronto prevén un crecimiento de 1.7% para 2019 y de 2% para 2020, favorecido por el impulso en el consumo que darán los programas sociales.