El servicio a inversionistas de Moody’s confirmó este jueves la calificación soberana de México, y señaló que el país ha contenido el deterioro en sus finanzas y que espera una recuperación gradual del choque económico de la pandemia de coronavirus. La calificadora mantuvo la perspectiva negativa.
Moody’s mantuvo la calificación del emisor de largo plazo en moneda extranjera y moneda nacional en “Baa1”, y citó preocupaciones sobre el crecimiento e inversiones, además del apoyo del Estado a Pemex, para mantener la perspectiva negativa.
Ariana Ortiz-Bollín, analista de Moody’s, dijo en entrevista para Fórmula Financiera, que por ahora es complicado ver condiciones que permitan que México mejore su rating.
Moody’s dijo en un comunicado que espera que el Presidente Andrés Manuel López Obrador mantenga una postura fiscal conservadora, durante la segunda mitad de su administración.
El gobierno ha dicho que realizará cambios fiscales tras las elecciones intermedias de este año, pero Moody’s señaló que espera que la reforma sea “de naturaleza administrativa”.
En un comunicado, la Secretaría de Hacienda alabó la confirmación de Moody’s, y dijo que se mantiene comprometido a sostener la estabilidad macroeconómica.
Moody’s pronosticó que la recuperación en Estados Unidos ayudará a que la economía mexicana se expanda 5.6% en 2021 y 2.7% en 2022. En el mediano plazo, espera que la economía mexicana regrese a un crecimiento cercano al 2% anual.
El presidente ha prometido revivir a Pemex, a pesar de su pesada deuda, y Moody’s dijo que la necesidad de proveer apoyo a la empresa es uno de los mayores riesgos para la calificación de México.
La agencia también dijo que “las decisiones políticas y las preocupaciones del sector privado relacionadas con futuros cambios en el marco legal y regulatorio, particularmente en el sector energético”, podrían socavar el sentimiento de inversionistas.
Esto podría causar daños a la perspectiva de crecimiento de México en el mediano plazo, dijo Moody’s.