Moody’s redujo el martes la calificación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a “Baa2” desde “Baa1” y cambió su perspectiva a “estable” desde “negativa”, luego de su decisión de rebajar la nota soberana de México.

El viernes, la agencia recortó la calificación de México a “Baa2” desde “Baa1”, argumentado tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando el perfil crediticio de la nación, y el lunes bajó a “B1” desde “Ba3” la de la petrolera estatal Pemex.

La agencia modificó también la perspectiva a “estable” desde “negativa” y explicó que el cambio refleja su expectativa de que, en ausencia de choques imprevistos y a pesar de crecientes presiones económicas y fiscales, el perfil crediticio de México seguirá alineado con el de soberanos con la misma calificación.

Moody’s ha dicho que la rebaja en la nota de la CFE se explica en gran parte por la estrecha relación financiera entre la estatal y el gobierno mexicano.

También dijo que tiene expectativas “muy fuertes” de un apoyo extraordinario de la administración federal a la eléctrica nacional en caso de dificultades financieras.

La empresa seguirá dependiendo del apoyo del gobierno a través de transferencias directas o subsidios para aumentos de tarifas más altos. Estas presiones se suman a una CFE ya debilitada como resultado del impacto de la volatilidad de los precios del gas natural que se produjo debido al evento del vórtice polar en febrero de 2021

señaló la agencia en una nota.

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Moody’s recorta nota de Pemex

Moody’s recortó la calificación de Pemex de ‘Ba3’ a ‘B1’, el grado especulativo también conocido como “bono basura”, y cambió la perspectiva de negativa a estable, luego de que la calificadora bajó la nota soberana de México el pasado viernes.

La acción también consideró los altos vencimientos de deuda de la petrolera entre 2022 y 2024, así como la expectativa de que continúe registrando flujo de caja negativo y sus altos requerimientos de financiamiento externo ante las pérdidas en el negocio de refinación.

Moody’s indicó que aunque el incremento en los precios del petróleo aumentará la generación de efectivo en la división de Exploración y Producción, también incrementará los costos operativos en el negocio de refinación.

La firma reconoció que desde 2019, Pemex ha logrado conservar la producción y reservas en niveles relativamente estables, pero prevé que entre 2022 y 2024 sólo podrá mantenerlos así por su incapacidad para invertir mayores sumas de capital en exploración y producción.

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Con información de Reuters