La incertidumbre provocada por las decisiones del gobierno dificultará que México pueda beneficiarse de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, en la víspera de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“El gobierno tiene que trabajar en crear un clima de inversión favorable ante la entrada en vigor del T-MEC. La posible reelección de Trump significa que la agenda se mantendrá enfocada en la recuperación de empleos y la repatriación de empresas a Estados Unidos”, dijo Guadalupe González investigadora del Colegio de México, en una videoconferencia organizada por The Aspen Institute México y Wilson Center Mexico Institute .
El exsubsecretario de Relaciones Exteriores, Andrés Rozental, señaló que México no puede sustituir a China, la segunda mayor economía del mundo, como plataforma de cadenas de valor para impulsar las exportaciones.
“En México somos dados a buscar soluciones fuera del país. Queremos que Estados Unidos detone su economía para exportar cosas y que China no pueda entrar. Vamos a ver la misma reacción que vimos cuando China empezó a abrirse y a competir con México en cuanto al nivel de salarios que se pagaban y forma de conquistar un mercado”, mencionó.
Las esperanzas del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la escalada de las tensiones entre ambos países no han sido bien calculadas, pues el conflicto puede impactar en la economía global, afectada por la pandemia de COVID-19, indicó González.
En los últimos meses, las tensiones entre las potencias se han incrementado por señalamientos sobre el origen del coronavirus y la injerencia de China sobre Hong Kong a raíz de la ley de seguridad aprobada el mes pasado.
En materia de inversión, los expertos consideran que las limitaciones a la competencia en el sector energético y la cancelación de proyectos como la construcción de la planta de Constellation Brands en Baja California pueden impedir a México cumplir con las disposiciones del T-MEC, que entra en vigor el 1 de julio.
“Para México será difícil cumplir con el T-MEC y el tratado no será una salvación como lo ve este gobierno. Depende de la recuperación el cómo llegaremos a la cláusula sunset”, advirtió Rozental.
Esta cláusula establece que el nuevo tratado comercial estará a sujeto a revisión cada seis años y fue uno de los últimos puntos que negoció el equipo de México, encabezado por Jesús Seade, para destrabar el acuerdo.
En los próximos meses, México se ubicará dentro de las prioridades de la agenda política del presidente Donald Trump de cara a las elecciones de noviembre, en las que buscará la reelección contra el candidato demócrata Joe Biden.
La relación entre Trump y el mandatario mexicano se ha distinguido por una mayor injerencia de Estados Unidos en el país en las políticas de migración, concuerdan los expertos.
“Andrés Manuel López Obrador decidió dejar a Trump que haga y diga lo que quiera, sin reacción inmediata del presidente de México. Es curioso que un presidente mexicano que se jacta de ser defensor de la soberanía del país se preste a ser un solapador de las muchas agresiones recibidas de Estados Unidos, opinó Rozental.